Punto de vista
de Lucía Serrano
Este domingo 23 de mayo, mientras
la lluvia arrasó a la ciudad
de Buenos Aires, nosotros estábamos leyendo poesía
en el espacio del ciclo poético musical "Las 2001
Noches".
Una vez más de a poco fueron llegando
gente de la cultura de diferentes lugares.
Siempre me vuelvo a sorprender cuando veo entrar
a tal o cual de los participantes por la puerta grande, y me
regocijo con el amor a la Poesía que, juntos, compartimos.
Este domingo era un día especial, ya que se está festejando
en el centro de la ciudad, en el obelisco, el paseo del Bicentenario
con diferentes grupos de música y mucha, mucha gente,
desfiles, etc., etc.
Como siempre, presentamos la revista de poesía "Las
2001 Noches" que dirige el poeta Miguel Oscar Menassa, y leímos
a grandes poetas: a Miguel Menassa, que festejamos con el público
su candidatura al Premio Nóbel de Literatura 2010, a Maiacovsky,
a Fernando Pessoa y luego abrimos el micrófono al público.
Entre los participantes, esta vez, llegaron
dos personas que, a pesar de la intensa lluvia, lo hicieron por
primera vez. Tengo motivos para destacarlos: la poeta Lidia Cristina
Carrizo, Embajadora en Buenos Aires de la Asociación Latinoamericana de Poetas
y Artistas ASOLAPO, integrante de Poetas del Mundo, APOA Y SADE
central y también integra el Círculo Literario de
Creadores Argentinos. Leyó e invitó a la presentación
de su próximo libro "Resplandores y Matices" para
el viernes 28 de mayo. Con ella vino Alfredo Torres Becerro, actualmente
Asesor Artístico Cultural de ECA Espacio de Cultura y
Arte.
La coordinación la realicé como siempre, acompañada
del poeta y amigo, Jorge Montironi y el público que siempre
nos acompaña, entre ellos destaco a Norberto Demarco y a
Ricardo Guimarayns, más alumnos nuevos del Terciario de
Lengua de Señas.
Sería imposible nombrarlos a todos, pero quiero agradecer
la presencia de mi querida amiga Enriqueta Mayo de Bajarlía
que siempre nos acompaña.
Fue un placer estar, en esa tarde tan apta para
la poesía,
leyendo y escuchando con mucha atención.
Lucía Serrano