30 de julio de 2011
En la iglesia
Boda de Gracia y Hernán
Gracia Esteban Guadalix y Hernán Kozak contrajeron matrimonio rodeados de amigos y familiares,
en la Iglesia Parroquial de La Asunción de Nuestra Señora de Miraflores de la Sierra
Poema
de Alejandra Menassa
Poema
de Clémence Loonis
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El atrio de la iglesia |
El novio estaba radiante |
Stella Cino y Jaime Kozak padres de Hernán Kozak
La madre del novio y el novio a la entrada de la iglesia
Jaime y Hernán Kozak
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Paola Duchên y Virginia Valdominos |
Virginia Valdominos y Amelia Díez |
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Chio y Teresa, dos buenos amigos
de Hernán y Gracia |
De derecha a izquierda: Magdalena Salamanca, Leandro Briscioli, Franco Briscioli,
Mónica Torremocha y Adrián Castaño
Paloma Benito con su hijo
La entrada del novio
Los músicos, dirigidos por Pablo Borrego (violonchelo), interpretaron una hermosa variedad
de piezas clásicas para acompañar la ceremonia. Jaime Kozak y Ana Velasco al fondo
Stella Cino y Hernán Kozak esperan a la novia
Gran expectación
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Entrada de la novia |
Gracia, acompañada por su padre,
estaba guapísima |
Pablo Borrego (violonchelo), Javier Campos (piano) y Mercedes Carretero (flauta)
Magdalena Salamanca leyó un hermoso salmo
Alejandra Menassa y Miguel Martínez. Al lado Claire Deloupy y Carlos Fernández, sentado
Fabián Menassa
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Carmen Salamanca |
Ruy Henríquez |
Clémence Loonis y Carlos Fernández. Al fondo Claire Deloupy,
Miguel Martínez y Alejandra Menassa
Hernán Kozak, enseña el anillo, acompañado por Jaime Kozak y Ruy Henríquez
Carlos Fernández, Fernando Ámez y Pablo J. García
la pareja de recién casados rodeados por la familia del novio
QUERIDO HERNÁN, HERMANO, ESTO YA NO ES UN JUEGO, HOY TE CASAS.
¿Recuerdas cuando pasábamos madrugadas desvelando fantasmas, descubriendo en las sombras enemigos.
Los cinco inseparables de Carbonero y Sol, viviendo una infancia como no había otra, en un país de sol, donde los niños eran privilegiados, porque se sabía de ellos que eran el próximo futuro.
El escondite, la rayuela, las canicas o la taba eran para los pequeños que asomaban por la verja al patio enorme, nosotros desde críos éramos poetas. ¿Recuerdas que bebíamos zumo de cactus y preparábamos viajes estelares en naves inventadas, recuerdas que escribíamos poemas y discursos?
Y jugando, jugando, dejamos nuestras huellas escritas en papel para la historia, y aprendimos también a jugar contra la muerte. Pronto quiso ella ser amante de Pablo, y nos arrebató al amigo y al hermano, Después yo me hice médico, y el juego de la vida me llevó a salvar a Pablo en cada humano, y a ti, hombre de leyes, a procurar que no se repitiera la injusticia.
Vamos, que el juego ha terminado, se trata de la vida, esto es muy serio, hermano, nos casamos apenas con dos semanas de diferencia, podríamos decir que ayer leías en mi boda el poema que ahora leo yo en la tuya.
Y siento una alegría de verte hoy feliz como yo estaba aquél día de luz.
Ama a tu esposa como sólo los poetas saben amar a una mujer, no intentes comprenderla, ya lo sabes, es teóricamente imposible, porque ella es el enigma, el misterio, la llave del goce.
Tuviste la sonrisa en la niñez, la palabra compañera cuando jóvenes aprendíamos la ciencia de lo psíquico, y ahora tienes la Gracia, está a la altura, sé un hombre, para que ella permanezca a tu lado y Goce y sea feliz.
Alejandra Menassa
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HOY SE CASA MI AMIGO HERNÁN
“Enamorados,
enamorados los dos por las
mismas palabras
que habrá que cambiar.”
Guillaume Apollinaire
La luz envuelve las miradas
que destronan la verdad;
hoy estamos más fríos que nunca.
¿Por ese giro de banderas?
¿Ese número hablado que entraña lo
nuevo?
Estamos los dos juntos
a la misma distancia que las palabras
con los vuelos en las manos,
y el balanceo de algún punto que retrocede.
Miras hacia arriba de mi pecho
y es cóncavo el reflejo.
Nuestros pasos siguen nuestros sueños
y no llamamos a nadie por su nombre.
Hoy, mi amigo Hernán se casa,
¿artículo del amor
o ángel canicular embarcado
en un nuevo estudio?
Hoy, se atreven las mandíbulas
a encajar el baile
sobre la estirpe de los ojos felices;
pasado y futuro
envolviendo al amor con un nuevo nombre.
Clémence
Loonis
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