Recuerdo un titular del diario “El País”,
de Madrid, en su edición del 5 de diciembre de 1989,
con motivo de la vuelta a España de Ángel Garma,
que decía: “Ángel Garma: el español
que tumbó a Argentina en el diván”.
Me pareció, digamos curioso el titular y por ello,
evocador. Me llevó a pensar en el movimiento psicoanalítico
internacional, sus cambios de escenario y de residencia geográfica,
tal vez porque la demanda humana oscila, se desplaza.
El nombre de A. Garma, me recordó el texto del Primer
Manifiesto del Grupo Cero, es decir Buenos Aires 1971. Manifiesto
de Adhesión al Grupo Plataforma. Escrito, que me sugiere
la fundación de un discurso que inaugura un proyecto
y, una “interpretación psicoanalítica”,
de la ruptura que se produjo en el intento de producir el
psicoanálisis en la Argentina.
Dice el Manifiesto: “ no podemos olvidar que la posibilidad
de esta ruptura que hoy se produce en la APA ( Asociación
Psicoanalítica Argentina), marcando tal vez el comienzo
de una nueva historia teórico-práctica para
el psicoanálisis en la Argentina, estaba puesta en
el mismo momento de su fundación”.
Y, aquí surge otra vez el diván de Garma; nos
recuerda el Manifiesto que cuando Enrique Pichón Riviére,
uno de los fundadores se somete a la propuesta de psicoanalizarse
con otro de los fundadores, el Dr. Ángel Garma, dijo: “Yo
me voy a psicoanalizar con él, pero él va a
tener que aprender muchas cosas de mí”.
Al poco tiempo, se produjo el fin de dicha relación
terapéutica, y el comienzo de una rajadura en la APA,
que provocó una separación en dos grupos
diferentes e irreconciliables.
Un grupo que piensa y determina, su líder: E. Pichón
Riviére, sus vicisitudes, la lucha contra la represión.
Y, otro grupo que crea la falsa ilusión de ser el único,
su líder: A. Garma, sus vicisitudes, no pensar,
reprimir, ocultar.
Y, si consideramos, que en 1976, al llegar el Dr. Miguel
O. Menassa, Fundador y redactor del Primer Manifiesto del
Grupo Cero a España, los periódicos escribían
con errores la palabra Psicoanálisis; sin juzgar la
veracidad, el oportunismo o la pretensión o el alcance
del titular de prensa señalado al comenzar, podríamos
hacer un sencillo juego de palabras cruzadas y decir: Sigmund
Freud tumbó al mundo en el diván.
Y
después, acercando la frase a nuestros días,
año 2011 y coincidiendo con los 30 años de
la Fundación de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis
Grupo Cero en Madrid y de su Editorial Grupo Cero, se me
ocurre otro titular: Miguel Menassa: el argentino que tumbó a
España en el diván.
Jaime Kozak