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23 de junio de 2008
Menassa inaugura muestra con más de 300 óleos y dibujos en Madrid
Miguel Oscar Menassa, en un momento durante la inaguración de su exposición
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Galería fotográfica
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Exposición de pintura N.º 25 de Miguel Oscar Menassa
Punto de vista
de María Chévez
¿Qué puedo hoy decir de Miguel Oscar Menassa, cuando nos reunimos en su 25 Exposición de Pintura en solitario? Cuando sabemos que su relación con el color y la pintura cumple ya 25 años...
Lo primero que se me ocurre reflexionar es que muchos de mis compañeros y yo misma hemos compartido todo ese tiempo de vida con el proceso vital de un creador, de un humano parlante con tiempo de vida limitado como todos.
Sin embargo la distancia con las diferentes iniciativas de este poeta tan verdadero, acerca de la producción y la creación ha marcado certeras diferencias... Se ha hablado de “una versatilidad técnica”, y también de una pintura “significante”.
La dificultad en Menassa es encasillarlo, tanto en las corrientes pictóricas como en las distintas agrupaciones poéticas que lo preceden, lo acompañan y aún le suceden.
Menassa desde sus comienzos ha sido siempre una de las mejores voces en el tiempo de la poesía y un auténtico poeta que testimonia las épocas en que vive.
A estas alturas me pregunto si un creador puede ser también un innovador, y me respondo que sí, si es la poesía quién lo alienta.
Hablamos de una maestría que deja su señal en lo que toca.
A veces se lo ha comparado con los hombres y maestros del Renacimiento, otras con los verdaderos hombres nuevos, los hombres que deseamos en el futuro inmediato y también lejano.
Pienso que para que comprendamos alguna cosa del paso en el mundo de este inmenso poeta, debemos nombrar, por verdad y no por mera fidelidad, al Psicoanálisis, campo donde además de lo peor de lo humano y la enfermedad, es posible la salida por la puerta de la grandeza.
Tampoco puedo dejar de expresar que Menassa, quizás por psicoanalista, quizás por poeta, por médico, por pintor, quizás por ser humano en toda su capacidad es capaz de pulsar lo más sensible y lo más horrible, manteniendo siempre la integridad del que sabe que al heredar también herencia queda.
Hoy en día muchos de nosotros, pintores, poetas, o psicoanalistas aspiramos a mantenernos como discípulos de una escuela de la que él también ha sido el creador. Una escuela que lleva como categoría principal la misma que el psicoanálisis, el trabajo.
Aquí aprendemos todos los días que ese montoncito de nervios que somos los de nuestra especie al nacer no traemos nada, que es con el trabajo y su insistencia que se consiguen efectos a la altura de lo mejor de lo humano.
Gracias, Dr. Menassa por su insistencia y también por su paciencia y generosidad, verdaderos hitos del camino de la belleza. En nosotros está aprehenderlo a su imagen, sin apropiaciones indebidas sabiendo que el que deja Escuela, deja vida.
María Chévez
Integrante del primer grupo de poesía Grupo Cero, abierto en 1969, en Buenos Aires. Poeta y Psicoanalista.
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La poesía, el poeta y Miguel Oscar Menassa
Punto de vista
de Amelia Díez
El poeta Miguel Oscar Menassa nace cada vez que un nuevo libro se hace presencia, y eso viene ocurriendo desde 1961 de una manera constante. Y no sólo ha nacido un nuevo poeta entre poetas sino una nueva poesía en la poesía. Se trata de un poeta que no sólo es un creador sino que en su poesía podemos leer una nueva teoría acerca de la creación, siendo un escritor que escribe sobre el proceso de escribir, sobre el lugar que ocupa el poeta en la poesía y sobre la diferencia entre el poeta y el autor
Un poema de Miguel Oscar Menassa dice así:
“Un poeta asesinó su hombre para escribir este poema
y eso, es un hombre.”
La poesía hace al poeta y el poeta hace al autor.
Escritor de una poesía que antes de escribirse no estaba escrita, no escribe para sus contemporáneos sino para producir una vida diferente para sus contemporáneos y para los hombres futuros, puesto que piensa que “si es posible el poema es posible la vida”, es decir que no es la vida lo que determina el poema sino que es el poema el que hace que vivir sea diferente. Un escritor que piensa que es en la poesía donde está la verdadera historia de los pueblos, del hombre, de la mujer, del amor. Después de su poesía se ha producido en la vida una diferencia, porque en su poesía el humano no es solamente el que lucha entre ser la pureza divina de la naturaleza o ser el desperdicio de una sociedad en crecimiento, sino que también hay un sujeto en el que se ha producido la teoría del inconsciente, una teoría del sujeto hablante y por eso dividido y la teoría del valor que permite pensar que el valor no está en una palabra o en otra sino en lo que las palabras se dicen entre sí y lo que dicen aún depende de la escucha.
Una poeta cuya poesía dice que “un hombre sólo no existe”, que sabe con Lautréamont que la poesía debe ser hecha por todos, y que llega a escribir: “La poesía no necesita ni muchos, ni pocos lectores, ella se conforma con una hoja en blanco. Y si la hoja en blanco es la propia vida del poeta, mejor”. Y la vida es para el poeta sus palabras escritas.
También nos dice: “Haber dicho esas cosas del amor, haber escrito esas palabras acerca de la muerte, proponer en definitiva una nueva manera de mirar la vida de los hombres” es algo que ha hecho el poeta aunque el autor mientras tanto haya temido ser castigado. El poeta no sabe nada porque todo lo hace sin saber, y no teme a nada, sólo teme que el autor le quite su cuerpo tembloroso y que no le preste su nombre, ya que los poetas no tienen nombre propio. El autor presta su nombre al poeta y tiene ese honor por haber vivido dentro de la misma piel, durante un tiempo, junto con un poeta.
En otro poema nos dice: “Poesía, lo sé, mientras te escribo,/ dejo de vivir”, porque después de escribir el libro queda compuesto sobre el escritorio del autor, la poesía queda a salvo y el poeta ha partido.
El poeta forma parte de lo perdido, esa fuente del deseo de escribir que hace que el autor permanezca deseante.
Miguel Oscar Menassa muestra que desde el primer encuentro no ha dejado de vivir para esta relación tríplice, mostrando que ha sido y es lo que legisla todas sus vidas: la que habla, la que escribe, la que vive... porque vivir es lo diferente.
Miguel Oscar Menassa es también un grupo, tiene las palabras de todas las clases sociales posibles en este tiempo y tiene las palabras de todas las edades y de todos los sexos, además cree que el hombre y el tiempo es escritura y la escritura es la que transforma las lenguas, por eso nos dice que toda una lengua ha decidido quien es el escritor.
Gracias por hacer que en el mundo además de otros haya un Miguel Oscar Menassa, que produjo la articulación poesía y psicoanálisis haciendo que los humanos puedan alcanzar una humanidad que antes de su escritura no era posible.
Amelia Díez
Poeta y Psicoanalista. Integrante del primer taller de poesía abierto en Madrid.
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Miguel Oscar Menassa. Semblanza de un creador
Punto de vista
de Carmen Salamanca
Miguel Oscar Menassa nace en Buenos Aires en 1940.
A los 17 años le enseña sus primeros poemas a González Tuñón, quien, tras revisar el cuaderno, le pregunta “Usted, ¿para quién escribe?” “Para el pueblo”, replica con seguridad Menassa. Y el maestro, consciente de que sus palabras podrían marcar el rumbo poético de su interlocutor, contestó: “Pues entonces, para que le entiendan, tendrá que aprender a puntuar”. Y el joven aspirante a poeta entendió, tiró el cuaderno y comenzó de nuevo.
Un año después, justo el día antes de la ceremonia de promoción de sus estudios secundarios, volvió a intentarlo en una reunión de poetas más o menos consagrados. Mostró sus escritos, que fueron pasando de mano en mano y, tras un breve silencio, uno de ellos dijo: “Oye, chico, andá a comprar pizza”.
Si, en la primera ocasión, el no había supuesto una enseñanza, esta vez era, directamente, una decepción, así que decidió rendirse y abandonar... Abandonar el empeño de conseguir la aprobación de sus mayores y se dedicó, con más energía, a escribir, y en 1961 publica su primer libro, Pequeña historia.
En 1969, coincidiendo con su Graduación como médico, abre el primer grupo de poesía, cuyo funcionamiento quedará establecido por escrito en 1992.
En 1976 se traslada a España, donde fijará su residencia.
Pinta por primera vez en 1979, 7 láminas a témpera, que, después, sin contemplaciones, tiró a la basura. Al cabo de una semana decidió cambiar de técnica, compró óleos y, esta vez, le salió bien: la pintura, el pintar, se incorporó a su vida. Años más tarde, abriría talleres de pintura.
En 1981, funda en Madrid, oficialmente, la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero.
En 2002, comienza su aventura cinematográfica como guionista y director. Su primera producción es un videoarte titulado “La poesía no se enamora nunca”, donde mezcla música, poesía, y pintura. Después, una veintena de cortos y dos largometrajes. Como en otras ocasiones, en su aprendizaje también descartó los primeros productos, filmándolos de nuevo, años más tarde. Ahora está a punto de estrenar su segundo largometraje, “Mi única familia”, donde también actúa. Después, abrirá un taller de teatro y formación de actores.
En 2003, Menassa pone en marcha su más reciente e innovadora apuesta: el grupo poético-musical Indios Grises. Él escribe las letras de las canciones.
En la actualidad, Menassa sigue escribiendo, publicando, pintando, haciendo cine y formando poetas, pintores, psicoanalistas, actores, cineastas y músicos. Es decir, sigue aprendiendo y enseñando.
Quizá sea porque ninguna de sus producciones existía antes, o por la gran cantidad de productos, o por la insistencia en el acto frente al fracaso y la indiferencia, o por el afán de enseñar y transmitir sus conocimientos, o por su manera de sumar nuevas disciplinas sin abandonar las ya existentes, o por la generosidad que todo esto implica.
Menassa es un creador, por todo eso pero, en especial, porque sus obras no han surgido de la nada, sino del trabajo, su trabajo diario, constante y eficaz, en un grupo al cual estoy orgullosa de pertenecer.
Carmen Salamanca
Gerente editorial y compañera de viaje en Las 2001 Noches como secretaria de redacción de la revista de poesía de mayor tirada del mundo.
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Miguel Oscar Menassa. Semblanza de un creador
Punto de vista
de Mónica López Bordón
Un creador y un pensador del siglo XXI
Si hay algo certero y verdadero que podemos decir, entre otras muchas cosas, de Miguel Oscar Menassa es que es un creador.
Según una de las acepciones del diccionario, “creador” es un término que se aplica a personas, a su inteligencia, a su temperamento…y que es capaz de crear obras de arte, literarias o científicas originales.
Menassa aúna en su fuerza la pintura, la poesía, el psicoanálisis, la medicina y el cine en su grado máximo.
Hacer un recorrido por su obra y su vida es enriquecer cada paso del conocimiento, una semilla más para sembrar ese saber que no se puede enseñar pero que puede aprender quien lo desea, es decir, quien pone el trabajo necesario.
Ha publicado cincuenta libros hasta la fecha, me detengo en dos de ellos: Llantos del exilio y Al sur de Europa, libros que por diversos motivos han marcado y dejado huella en la creación de Menassa. Un antes y un después desde su llegada a España, donde ha producido la mayor parte de su obra, de sus estudios y de sus creaciones.
Llantos del exilio es magistral en cada letra y cada lienzo. Aquí nos encontramos a un Menassa director de orquesta: fuerte, audaz, directo, intimista, con su alegría de vida.
Al sur de Europa es la templanza de un futuro por venir, por decir, un amor. Un paso más.
Marco fechas importantes:
1940, nacimiento
1961, empieza a ejercer la medicina, el psicoanálisis, publica su primer libro de poesía titulado Pequeña historia.
1969, funda la Escuela de Poesía Grupo Cero
1974, funda la Editorial Grupo Cero
1976, llega a Madrid
1979, comienza a pintar sus primeros cuadros.
1981, funda la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero
1982, realiza su primera exposición de pintura en Buenos Aires
2003, pone en marcha el grupo poético-musical Indios Grises.
2006, funda la Productora Cinenormal.
2006, rueda su primer largometraje, ¿Infidelidad?
2007, Rueda su segunda película “Mi única familia”
Amante de los libros, el mundo que ama, como ha dicho en infinidad de ocasiones, nos viene a mostrar una vez más, hoy, con la inauguración de esta nueva muestra de pintura, que su producción es imparable. Trescientos cuadros diferentes a la anterior exposición “Paisajes Oníricos”, que ya nos sorprendió en su variedad. Y desde 1982 hasta 2008 ha realizado 28 exposiciones entre Madrid, Buenos Aires y Tel Aviv.
Miguel Oscar Menassa ha construido un mundo de colores en el arte, donde ha sabido conjugar a la perfección la articulación poética. Y lo muestra una vez más con la fundación en 1997 de la revista Las 2001 noches, revista de poesía, aforismos y frescores. 125.001 ejemplares, mensuales de difusión gratuita. Lo mejor de los mejores poetas ilustrado con lienzos de Menassa, “un enamorado de todo cuanto cae”.
Es el fundador y director de una de las escuelas de psicoanálisis y poesía más vanguardistas de Europa: Grupo Cero, y uno de los pensadores y creadores del siglo XXI. Un pensador vivo, de arte vivo y que habla del futuro con su mirada universal siempre puesta en lo humano. Y siempre está la poesía.
Retomo una de sus últimas entrevistas realizadas este mes. Le preguntan que si su última película, “Mi única familia”, es una producción arriesgada. A lo que responde:
<< Sí, creo que es una película arriesgada, pero yo insisto siempre en compararla con la poesía. Es decir, la poesía no es rara, pues si me dejo llevar por ella, me puede mostrar un mundo diferente que existe también. Pero lo esencial es penetrar en este mundo y dejarse llevar por él>>.
Miguel Oscar Menassa es un hombre del mundo, de grandes creaciones, de grandes proyectos.
Felicidades por este nuevo trabajo y gracias por darnos la oportunidad de poder disfrutarlo, por tu generosidad compartida. Felicidades.
Mónica López
Secretaria de Prensa y difusión del Grupo Cero
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Miguel Oscar Menassa: uno de los creadores más prolíficos y polifacéticos del siglo XXI
Punto de vista
de Alejandra Menassa de Lucia
Creo que este es uno de los mayores aprietos en los que me he visto en lo que se refiere a un acto de presentación, pero también sé que de los aprietos uno sale siempre fortalecido. Seguro no es casual que yo esté aquí esta noche, en representación de todos los hijos de Miguel Oscar Menassa, los que hemos nacido entre sus letras, nos hemos alimentado de sus fórmulas, hemos crecido en el abono de sus páginas escritas, y por tanto, al cobijo del árbol de su inmensa capacidad de amar. Todos los que estamos aquí ausentes o presentes, los que fueron y los que serán.
Presentar al creador Miguel Oscar Menassa, uno de los más prolíficos y polifacéticos creadores del siglo XX- XXI, no es tarea sencilla. Dicen de Menassa que es un autor del Renacimiento. Lo dicen porque “lo hacen” varias disciplinas, digo lo hacen, porque el propio autor, interrogado por un periodista sobre su actividad cinematográfica: “¿Porqué hace usted cine?”, responde: “el cine me está haciendo a mí”. Y podríamos decir, parafraseando al autor, que a Menassa lo hicieron la poesía, el psicoanálisis, la medicina, la pintura y el cine. Y este hombre hecho por estas disciplinas, ha sabido devolver este favor al mundo, siendo maestro de poetas, psicoanalistas, médicos, pintores y cineastas, fundando Escuela.
Pero el término Renacimiento deriva de la expresión italiana rinascita, fue usado por primera vez por el literato Petrarca, en el mismo momento histórico en que tuvo lugar este movimiento cultural. Se refiere con él a un movimiento que hace resucitar en el arte y la cultura los textos de la antigüedad clásica, que hace renacer a los clásicos griegos. Lo que produce Menassa no es una vuelta a nacer de algo que ya había sido producido otrora, sino el nacimiento primo de algo totalmente nuevo: el campo poesía y psicoanálisis. No se trata por tanto, de ningún renacimiento.
Valga esto como introducción al hombre Menassa, que no es otra cosa que su obra, y vamos ahora más concretamente, con el poeta, o para ser más precisos, con la obra poética: sus 23 libros de poesía. La poesía de Menassa es un animal poético herido mortalmente por la daga del psicoanálisis. Es una poesía impensable antes del surgimiento de esta ciencia. Los hombres y mujeres que habitan los versos de Menassa son perlas ensartadas en el hilo finísimo del psicoanálisis, es decir, son poemas habitados por sujetos deseantes. La metáfora en Menassa no es comparación ornamental, joya verbal, sino que es metáfora del sujeto.
No son versos de la naturaleza vegetal, sino de la naturaleza humana, no se trata de la naturalización del hombre, sino de la humanización de la naturaleza, del mundo, al más puro estilo prosopopéyico de Germán Pardo García. Es una poesía hecha de carne.
La lírica de Menassa, es decir, los poemas referidos a la propia poesía, al arte poético, no nos muestran a la poesía como una dama imposible, sino que muestran un poeta, sujeto del quehacer poético, inmerso en la historia de una producción humana: la Poesía.
Menassa es criticado por algunos pintores contemporáneos, porque revela sin pudor y acorde con su maestría, los secretos de su arte. Los vídeos de Menassa ejecutando su obra pictórica, son de acceso universal a través de la red. Si hubieran leído la obra del poeta, sabrían que esto no es un descuido, sino una condición y una convicción del quehacer de este creador. Saber hacer, en Menassa, siempre va acompañado de un saber mostrar. Menassa escribe y nos dice cómo, psicoanaliza y nos dice cómo, pinta y nos dice cómo, juega al juego del cine, y nos dice cómo. Ostenta una generosidad tríplice: a la generosidad del que pierde su repugnancia por el mundo y lega a otros su obra, se une en Menassa la generosidad de la investigación constante en cada uno de los campos en los que se mueve, y por último, la generosidad de la transmisión de ese saber. A la generosidad de un creador, la de un investigador y la de un maestro. Nudo en el que nos atamos. Y si queremos encontrar más fulcros con el Renacimiento, Da Vinci, uno de sus creadores más prolíficos, ya decía: “La práctica debe siempre ser edificada sobre la buena teoría", creo que puedo decir que Menassa asiente.
Una poesía humana que no olvida ninguno de los temas humanos: la muerte, la mujer, el amor, la locura, el hombre, el tiempo, la propia poesía.
Si es posible el poema, es posible la vida. Gracias por haber seguido escribiendo contra todo, o a pesar de todo, contra la ignorancia de los Estados, contra la pusilanimidad de algunos poetas, contra la máquina de estupidizar de la cultura moderna, contra todo pronóstico, contra usted mismo incluso, a favor siempre de la poesía y de la vida. Gracias.
Alejandra Menassa de Lucia
Médico-internista y Psicoanalista, Poeta
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16 de junio de 2008
Miguel Menassa:
pintura significante
Punto de vista
de Tom Lupo
Cuando conocí la pintura de Menassa, tuve la impresión de que había creado un estilo. Y eso me alcanzó para acercarme cuidadosamente, sabiendo que estaba próximo a una llama que algo iba a iluminar de mí ser. Como me sucede en contadas ocasiones, cuando percibo que estoy por observar o escuchar o leer algo del orden de lo poético, ese rumor que tiene lo nuevo. Por un lado gocé de esta perspectiva llena de libertad y de movimiento. Imaginé a un torero en el ruedo armado de una espátula y pinceles. Después fui tocado muchas veces por los nombres de esos cuadros, poesía de la poesía.
Y ahora la sorpresa volvió a visitarme cuando recibí el catálogo de su próxima exposición, cuando me encontré que dentro de ese estilo, Menassa tenía reservados nuevos laberintos que me tocaron allí donde las cosas deben tocar: un lugar que desconozco, pero que no me pasa desapercibido.
Y quiero mencionar algunas obras que me produjeron una ebullición que luego se transformó en palabras, recuerdos, poemas, palabras.
Una es Amores Nocturnos. Cuando vi ese cuadro, me dije, “yo estuve ahí”. Fui actor y víctima de esa pasión.
Después vino Pongo violeta aquí, y aquí compitieron la belleza de la imagen con la belleza de la frase. Y me quedé mirando y puse tiempo ahí.
En Relámpago Cero, se agolparon la creación, el arco iris, las cataratas de mi infancia y el relámpago que fue en mi vida encontrarme con la escritura de Menassa.
Cuando me tropecé con La cueva del saber, pensé hete aquí otro Menassa, un estilo diferente dentro de su marca. Ahí estaban mis propios nervios, las primeras huellas del saber y la muerte, ahí estaba Platón atrapado en su propia cueva soñando con el cine y también alguna lágrima negra por las cosas que mi memoria no pudo retener.
Al sur de Europa, me remitió, fatalmente, a un libro que me acompañó muchas horas irrepetibles de mi vida y me pareció natural como un amanecer, pensar que el libro estaba ahí, del mismo modo que Borges había descubierto que la Luna estaba en la palabra luna.
Y la aventura no había terminado, me esperaba el recodo más sorpresivo. El encuentro con Homenaje a Cuba. Ahí resucitaban El Bosco y Dalí, ahí yo ascendía y caía, ahí se sumó al viaje Guillén: “…por el Mar de las Antillas, que Caribe también llaman, navega Cuba en su mapa, un largo lagarto verde con ojos de piedra y agua…”
¿Agua dije? Ese es el camino con la pintura de Menassa: la Natación. Tirarse y dejarse llevar.
En algún puerto, puerta o parto, nos volveremos a ver.
Tom Lupo (Psicoanalista. Periodista)
Conduce diariamente un programa en Radio Nacional de Argentina, que se transmite a todo el país.
Es asesor creativo y realiza críticas cinematográficas en la revista Oliverio, que se distribuye en toda Argentina.
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1 de julio de 2008
Y la poesía reinó
Punto de vista
de Clèmence Loonis
El viernes 21 de junio, la galería Momgallery inauguró la exposición de pintura de Miguel Oscar Menassa, con una cantidad impresionante de cuadros y dibujos (a precios accesibles de 250 a 150.000 €): 234 pinturas y 85 dibujos. También hay pinturas expuestas al aire libre.
Una exposición potente donde se pueden descubrir varias etapas del pintor y también cuadros de su colección particular.
Esa noche, el ambiente era distendido y, sólo por après-coup, me di cuenta que era un ambiente de espera. Estábamos aguardando al poeta, es decir, a la hora en que comenzara el recital: 21,30 h.
Bajamos, nos instalamos con todas las expectativas correspondientes, después de tanto tiempo sin escuchar al poeta. 5 mujeres, que ocupan funciones destacadas en Grupo Cero, prepararon bien el terreno con sus semblanzas del poeta, psicoanalista, director de Escuela, médico, pintor, cineasta, etc. Resultaron muy emocionantes.
Menassa, vestido de blanco, el color que más refleja la luz, allí, casi de pie, frente a sus hojas, empezó el viaje. Los poemas, como los viejos vinos, tienen solera: “La patria del poeta”, “Murmuraciones del poeta”, “Como elefante triste”, “La muerte del hombre”, etc. El poeta se entregó a la poesía. Fue maravilloso, leyó como los ángeles. En medio del recital el cineasta-poeta prometió hacer una película del poema “Limite Uno: El amor”.
Cuando salí a la superficie, el ambiente se había transformado, la Escuela estaba llena de gente. ¡Qué efervescencia! ¡Qué linda efusión! ¡Cuántos abrazos! Todo lo que produce la poesía.
Lo que nos reunió una vez más fue la palabra, lo esencialmente humano. La poesía siempre elige y, esta vez, se dieron las circunstancias adecuadas… y la poesía reinó.
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CALENDARIO 2008
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