Punto de vista
de Eva Méndez
Del 1 al 11 de mayo tiene lugar en Valladolid la Feria del Libro del 2008. Este año le corresponde a la Librería Rayuela hacerse cargo de la caseta de la Bibliodiversidad, conjunto de editoriales ocupadas en cuidar del libro, impulsar la lectura y favorecer la creación de un entorno que haga posible el desarrollo plural y equilibrado de la edición.
Después de enviar a Charo Rayuela nuestras novedades para esa ocasión surgió la invitación a que los autores nos acercáramos a firmar a la Feria del Libro de Valladolid. La Editorial Grupo Cero aceptó.
El viernes 2 de mayo estuve firmando el que es mi primer libro de poesía, “Sirena del Asfalto”, con su presentación en ciernes, justo la semana siguiente.
La experiencia fue preciosa: el libro, una vez publicado, cobra vida para el autor cada vez que se pone en juego con él y pierde la partida para que la gane el libro, es paradójico pero... se gana perdiendo, reconociendo que lo escrito es mil veces más grande que uno.
En las dedicatorias, en cada conversación que surgió esa tarde, la poesía, la escritura, la lectura eran protagonistas: con Charo, responsable de la Librería Rayuela, a quién agradecer lo hecho es poco, alma y corazón unidos a la palabra escrita; con Inma y con Inés, emparentadas con el libro del lado de quienes lo concebimos para que vuele a otras manos, otras miradas y así cobre vida; con Martín Cid e Isabel Río, próximos a firmar su recién publicada novela; con Manuel Cossío, infatigable lector de poesía que hace de los versos que le cautivan compañeros de viaje en la memoria; con Alina, Tere y Pedro, compañía necesaria; con Héctor Huerto que amablemente convirtió las preguntas que me hizo sobre poesía en el comienzo de su blog, Versos-apátridas y con tantos otros que fugazmente encontramos: la poesía venció.