Menassa pinta muchos cuadros, pero ¿qué pinta Menassa en  sus cuadros?
                              El artista nos concede el privilegio de acompañarle en el  proceso de sus creaciones pictóricas y, para empezar, no nos anticipa ningún  dato o  esbozo, algo pre-concebido de la  obra que parece tener entre manos. Solo ante la blancura del lienzo. 
              No obstante, parece que algo subyace en la tela del  cuadro, y que la mano del artista se encarga, independientemente de él, de  desvelar. Vemos cómo se van sucediendo las capas, los sustratos de una escena,  que está ahí, representándose, de dentro a afuera, y desde el exterior hasta lo  más interno. La pintura atraviesa espacios en diferentes direcciones, hace  brotar  los colores, las luces, las  líneas que perfilan figuras sugerentes, mundos que pueden dejar asombrado y  perplejo al espectador.
              Podría decirse que lo que resulta de la aplicación de una  técnica, de un trabajo, no es una obra estática, sino una realización dinámica,  múltiple y singular a la interpretación que haga cada observador.
              Sí, hay que decir que Menassa pinta mucho en sus cuadros,  tan ricos de imágenes que no podrían agotarse en una sola mirada. Todo un  placer estético.
              Antonia López