Punto de vista de
Lucía Serrano
Hoy tenemos muchos festejos, en primer lugar recordaremos que ayer fue el DIA DEL ESCRITOR en memoria de uno de los más prestigiosos escritores de nuestro país, Leopoldo Lugones, quien fundó la Sociedad Argentina de Escritores. Nació un 13 de junio de 1874 en la Villa del Río Seco, Córdoba, en el seno de un hogar de rancia estirpe y falleció el 18 de febrero de 1938, con enorme y trágica sorpresa de quienes lo querían y admiraban se quitó la vida en el Delta del Paraná –Tigre-Bs. As.
La Poesía no es del que la escribe sino del que la necesita y en esta frase parece estar escondida sin más vueltas la función del escritor: llevar pensamientos, historias, fantasía, sentimientos, narraciones o simplemente palabras con sentido a sus lectores.
El escritor es una persona con profunda y permanente necesidad de comunicarse, aunque paradójicamente lo haga en silencio. Y es asombrosa la riqueza que se produce en esa especie de diálogo sin palabras, dado entre quien escribe y quien lee lo escrito.
Esta forma de comunicación posee la virtud de lo perdurable y la riqueza de lo meditado, porque quien deja algo escrito lo firma para siempre (no como a las palabras, que “se las lleva el viento”), y quien lee tiene a su vez la oportunidad de detenerse a pensar, analizar y digerir lo leído, para luego continuar. Y así puede volver sobre un texto cuantas veces quiera, seguramente encontrando nuevos significados sucesivamente.
También ayer festejamos en la 68 Feria del Libro de Madrid en el Parque del Retiro que la revista de poesía, aforismos y frescores Las 2001 Noches que llegó a tener 125.001 ejemplares de distribución gratuita, llegara a su número 100. Tuvimos allí un recital de MOM y guitarras y voces de Leandro Briscioli, Guido Briscioli, Kepa Ríos y Fabián Menassa, todos acompañando el encuentro, inaugurado con unas palabras de Carmen Salamanca, gerente de la Editorial Grupo Cero y secretaria de redacción de la revista. Su director Miguel O. Menassa es poeta, psicoanalista, pintor, editor y cineasta. Dirige desde 1971 la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero y las revistas “Las 2001 Noches” “Extensión Universitaria” y “Indio Gris”
Desde sus inicios tres fueron sus motores: para quién, cómo y por qué.
La revista se propone “a los hombres futuros” transmitir la Poesía de todos los tiempos, cómo, “para el poeta sólo una apuesta, saber elegir entre los mejores, los mejores” y en cuanto al por qué “si es posible el poema es posible la vida. Decía el poeta Leopoldo de Luís: “la poesía es vida, o al menos compañía de vida. Hay dos clases de poetas: la del que requiebra a la poesía y la seduce con joyas verbales, y la del que se acuesta con ella. Menassa es de estos últimos y Menassa es la revista misma.
Y finalmente antes de comenzar a leer la revista que hoy presentaremos el número 103, recordaremos también a otro gran escritor, poeta, ensayista y traductor portugués nacido en Lisboa un 13 de junio de 1888 Fernando Pessoa, seguramente la figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX. Internado el 28 de noviembre de 1935 en el Hospital de San Luís en Lisboa, con un cólico hepático, muere dos días después.
La influencia que en él ejercieron autores como Nietzsche, Milton y Shakespeare, lo llevaron a traducir parte de sus obras y a producir los primeros poemas en inglés.
Dirigió varias revistas y pronto se convirtió en el propulsor del surrealismo portugués.
Fernando Pessoa se proponía alcanzar la armonía entre lo que la razón niega y lo que la sensibilidad desconoce, porque toda emoción verdadera es mentira en la inteligencia, pues no se da en ella. Toda la emoción verdadera tiene, por lo tanto una expresión falsa. Expresarse es decir lo que no se siente. Así, también FINGIR ES CONOCERSE.