por Miguel Oscar Menassa
Renuncio al cine comercial, distribuidores, exhibidores, técnicos y críticos comerciales.
En realidad, no renuncio: llevaré adelante una guerra contra todos estos estamentos de poderes contra la cultura.
Guerra que, antes de declarar, sé que perderé.
Pero quiero decir que a un poeta le importa muy poco perder o ganar, y que perder, para un poeta, es que algo o alguien lo silencie.
Y eso es lo único que quiero decir al comenzar: nada de silencio, voces al viento en libertad.
Lo de “voces” es porque pienso tener aliados. Y, por último, como el cine nos enseña, el silencio es para los corderos.
No renuncio a seguir haciendo cine pero haré un cine más cristiano, en casa, como fueron hechas todas mis cosas.
El Grupo Cero (marca comercial que me ha sido concedida por otros diez años más, es decir, hasta mis 78 años), es una fábrica “en casa” de casi todo lo que nos gusta: “POESÍA”, “CINE”, “PSICOANÁLISIS”, “PINTURA”, “MÚSICA”, “CANCIONES”.
Y si no fabricamos amor y pan, es porque amor y pan forman parte de la felicidad que cada hombre, cada mujer, puede y debe producir con su trabajo. El resto, todo el resto, el Grupo Cero sabe cómo se hace.
Entendiendo que mi discurso poético-filosófico no pudo incorporarse ni a la derecha ni a la izquierda actualmente en el poder, me haré cristiano que, en realidad, es lo que soy:
Trabajo y pan para todos, respeto por las diferencias, y recompensas y castigos sólo a los que han hecho lo necesario para recibir recompensa o recibir castigo.
Sin familia no se puede vivir, sin Dios tampoco; estas cosas se llevan afuera o se llevan adentro, pero nadie se salva.
Es por eso que le pedí hace una semana por escrito (el que me siga lo habrá visto), un milagro a Dios (era la primera vez que lo hacía y se refería a que Dios hiciera lo posible para que España ganara en Argentina la Copa Davis). Dios cumplió.
Para corroborar su existencia, le pediré un segundo milagro: ganar la lotería de Navidad para solventar los gastos de la guerra contra el cine comercial y sus estamentos de poder.
Y es como cristiano que estoy a favor de una muerte digna. El Papa Pío XII, que usted muchas veces creyó reaccionario, habló en contra de la medicina, o mejor dicho, del furor curandi de los médicos que querían, con métodos heroicos, costosos y hasta dolorosos, rescatar lo que ya no existía en el paciente porque la nada de vida de la cual disponía, ya estaba en las manos de Dios.
Y es como cristiano que lucho por la igualdad de la mujer, porque en el Concilio de Trento fue donde se confirmó y se dejó establecido que la mujer también tiene alma, semejante a la del hombre pero diferente.
Y, por último, es como cristiano que algún dinero querré para mí, ya que en el mismo Concilio de Trento se determinó que dejaríamos que Cristo siguiera caminando en sandalias y con una túnica barata pero que la Iglesia debería ser rica para poder, precisamente, mantener vigentes los preceptos cristianos.
P.D.: Un fulano del Diario El Mundo ha amenazado a una compañera de la siguiente manera: “Esta vez no cerraré su página”
¿Berlusconi tiene tanto poder en España?
Si así fuera, pido al Gobierno Socialista Español que cierre inmediatamente ese pasquín.
