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El psicoanalista jubilado
 
 
 

 

5 de septiembre de 2015

Los Psicoanalistas de Grupo Cero responden al Diario El País y a Babelia por su publicación del 05/09/15

 

ACERCA DE LA BIOGRAFÍA SOBRE FREUD DE ROUDINESCO Y A PROPÓSITO DE UNA ENTREVISTA EN EL PAÍS

Quiero dejar constancia de que Roudinesco, por muy reconocida mundialmente que esté no ha olido lo que es el psicoanálisis ni la enseñanza freudiana. Por eso quizás el País, un periódico reconocido detractor del psicoanálisis, le concede un lugar en sus páginas.

Para hacer una biografía de Freud, hay que leer a Freud. Cosa que muchos psicoanalistas franceses que se autoproclaman lacanianos, no han hecho. Supongo que estos son los desastres de leer a Lacan sin pasar por Freud, o lo que es lo mismo: de matar al padre. Se olvidan de que Lacan decía: Hay que volver a Freud.

Primer error: Nos dice Roudinesco: “Tratándose del fundador de una doctrina sobre la sexualidad, me pareció imprescindible saber cómo había sido su vida sexual.” En los renglones siguientes Roudinesco se interesa por la genitalidad de Freud.

En esta frase se muestra que no se entendió el concepto de sexualidad y no se entendió la enseñanza freudiana: La sexualidad de Freud no hay que ir a buscarla en ninguna cama, porque son sus escritos, su teoría. Lo sexual para Freud nunca fue lo genital.

Cuando Freud hace una autobiografía, se ocupa de reconstruir la producción de la ciencia psicoanalítica, porque a eso dedicó Freud su vida, a la producción de la teoría psicoanalítica, que no es ninguna doctrina, como la llama la propia entrevistada y el ignorante del periodista del diario El País que, de paso, cada vez que tiene que decir inconsciente, dice subconsciente. Un ignorante, reitero. Pero la biógrafa francesa parece no haberse enterado, y se va a ver a qué olían sus calzoncillos. Freud ya separó taxativamente el escritor de su obra. Él era un burgués del siglo XIX- XX, su obra es Universal, no conoce las clases sociales o las razas, es un legado al mundo y forma parte de la historia del pensamiento.
Otra “metedura de patita” de la Roudinesco: “En efecto, Freud fue contrario al compromiso político y apostó por una especie de neutralidad. Para él, el psicoanálisis ya era compromiso suficiente.”

Y “Creo que a base de limitar el papel del psicoanalista al de un mero observador, Freud terminó originando un colectivo reaccionario.”

Cierto es que no hay más comprometido con el psicoanálisis que Freud, pero además de eso, nos dejó en sus escritos una de las obras más importantes para comprender la sociedad actual que ha engendrado el siglo XX: Psicología de las masas y análisis de Yo. Allí nos muestra que todo sujeto psíquico es sujeto social. ¿Cómo no había de serlo un escritor? El mayor compromiso político es la escritura. El mayor compromiso humano es legar el descubrimiento y la producción de una ciencia.

En El porqué de la guerra, Moisés y la Religión Monoteísta, etc., Freud tuvo una actitud política clara, luchaba en sus escritos por defender la verdad, más allá de convenciones religiosas o sociales.

Un psicoanalista tiene la obligación de la escritura, y un escritor la necesidad de denunciar.

Los colectivos reaccionarios los genera el estado, el psicoanálisis es absolutamente revolucionario. En la medida en que los seudopsicoanalistas se entregaron a la neurociencia y quisieron entrar en las instituciones, llámense hospitales y universidades, se hicieron funcionarios del estado. Eso no es el psicoanálisis, esos no son psicoanalistas, son neurocientíficos vendidos a los laboratorios o funcionarios vendidos a las instituciones. El psicoanálisis rompe con todas las convenciones, es un contrapensamiento, cuestiona el orden establecido, es estrictamente revolucionario.

Y esta, la tercera, sí que es buena: “Cuando un psicoanalista me dice que la familia homoparental es contraria al complejo de Edipo, yo le respondo: “¡Pues cambiemos el complejo de Edipo!”.

Claro, cambiemos la teoría antes de deformar nuestra ideología ¿Pero usted sabe lo que es el complejo de Edipo? ¿Qué tiene que ver el complejo de Edipo con el sexo aparente de los padres? ¿Ahora va a resultar que un matrimonio homosexual es homosexual? No lo es, ahí siempre hay un padre y una madre ¿Y qué te asegura que un matrimonio aparentemente heterosexual lo sea? ¿No es el psicoanálisis una ciencia que trabaja más allá de las apariencias? El Edipo es una construcción teórica y una construcción en cada sujeto, no tiene que ver con los objetos exteriores que ocupan la función de padre/madre, ni con su sexo anatómico. Es la construcción en cada sujeto de los significantes padre, madre, hombre y mujer.
Cuarta “roudinescada” del artículo:

“El psicoanálisis debe aspirar a ocupar el lugar que han conquistado los conductistas. Para eso tendrá que transformarse.” “Se deberá apostar por terapias más cortas, en las que se reciba al paciente cara a cara y no tumbado en el diván”.

Soy psicoanalista, defiendo el diván. Pero donde hay un psicoanalista, hay un diván, es decir: ya no prevalece la mirada, sino la palabra. Ya no estamos en el campo de lo imaginario, sino de lo simbólico.

Y corto o largo comparado con qué ¿ya estamos otra vez con la envidia al pene? El psicoanálisis es como terapia la más eficaz en el menor tiempo posible. Los síntomas desaparecen en pocos meses (comparado con los años de sufrimiento que los pacientes llevan arrastrando antes de comenzar su análisis, esto no es nada). Después está el deseo del paciente de continuar o no su viaje. Nadie retiene a nadie, y no hay que estar enfermo para psicoanalizarse. El psicoanálisis dura para cada uno, lo que cada uno lo hace durar, y empieza una vez que el paciente se cura, así que lo que llaman terapia breve o acortar la terapia, no es más que los primeros meses de un análisis. Una vez curado, el paciente decide si quiere o no seguir. Después, el psicoanálisis es un lugar donde pensar la vida, un lugar de libertad para escapar de las cadenas y salvaguardar el pensamiento del estado, la religión, las instituciones. Si lo reducimos a una terapia, si lo circunscribimos a la desaparición de los síntomas, lo empequeñecemos. Menospreciamos su utilidad y su poder.

Modernizar el psicoanálisis no pasa por hacer cambios en las condiciones de la práctica, pasa por volver a leer a Freud. Leamos a Freud, es el psicoanalista más moderno.
Si Freud se levantara de la tumba, te pediría por favor, Roudinesco, que lo leyeras antes de hablar de él.

Y Por último: querer ocupar el lugar de la psicología cognitivo conductual es posiblemente el error que ha transformado a los psicoanalistas en burócratas. El psicoanálisis no ha de quitarle el lugar a nadie, porque él tiene su lugar, hagámoslo crecer, que llegue a más gente, que se conozca más. Que más personas puedan beneficarse de él. Eso es también deber de los psicoanalistas.

Alejandra Menassa de Lucía
Médico Internista y Psicoanalista de Grupo Cero

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ACERCA DE LAS NOTICIAS Y EL PAÍS

El País, un periódico que nace en 1976, el primer año después de la muerte de Franco y el mismo año que el Movimiento Científico Cultural Grupo Cero nace, por segunda vez, en España, después de su fundación en 1971, en la ciudad de Buenos Aires. Un periódico con aspiraciones de modernidad, pero con una contradicción ideológica, pues llevaba en sus entrañas un 4% de Blas Piñar, uno de sus socios económicos y fundador de Fuerza Nueva, la asociación de extrema derecha más prestigiosa de España.

Una contradicción político económica y una contradicción mayor que se muestra en las relaciones con los fundamentos del pensamiento que sostiene a la Humanidad: La poesía por un lado, la que Hölderlin señala como la vía de acceso a lo humano: “Lleno de méritos, sin embargo poéticamente, habita el hombre sobre esta tierra.”, y por otro lado, el psicoanálisis, lo que Freud nos anuncia como una buena nueva: Somos seres hablantes, no hay sujeto antes de hablar, siendo los procesos inconscientes los que generan las manifestaciones conscientes y, también, nos dice que en cada hombre hay un poeta y que el poeta no morirá mientras no muera el último hombre.

Hoy una vez más difunde una noticia acerca de Freud, precisamente una nueva biografía de Freud, de una biógrafa que nada sabe de psicoanálisis y nada sabe de poesía. Una biógrafa que cuando parece que habla a favor de Freud, no habla de Freud, con lo cual no se sabe a favor de qué está hablando, tal vez quedar bien con dios y con el diablo, tal vez quiera vender a los lectores que están a favor de Freud y a los que están en contra. Ya dejó a Lacan y a Freud en otra de sus obras “literarias”, como hijos de la neurosis y de la psicosis; sin tener en cuenta las dimensiones de los nombres propios que nombraba puso bajo la psiquiatría la historia del psicoanálisis.

Se sabe que si está prohibido decir “el Rey es un estúpido” tampoco está permitido decir que alguien dice que” el Rey es un estúpido”, se sabe que el sujeto de la enunciación es el que produce el enunciado, por eso cuando gran parte de la biografía la dedica a lo que Freud no es o no hizo, o no… sólo corrobora estar de acuerdo con lo que niega. También remite a los archivos “secretos” o nunca utilizados por otros biógrafos, pero no nombra la propia Autobiografía de Freud, como tampoco tuvo en cuenta “La historia del movimiento psicoanalítico” y Los orígenes del psicoanálisis” escritos por el propio Freud, para escribir su historia del psicoanálisis.

En las primeras líneas de su libro ya se muestran su espíritu y creencias propias de la denostada Revolución francesa, desconociendo no sólo las formaciones del espíritu, de Hegel, sino el concepto de historia de Marx. Roudinesco escribe: “A mediados del siglo XIX, la aspiración de los pueblos europeos a disponer de sí mismos inflamaba los espíritus. Por doquier, de este a oeste, tanto en el corazón de las naciones ya democráticas como en el seno de las comunidades todavía arcaicas o de las minorías integradas en los Imperios Centrales, un nuevo ideal de emancipación surgía en las conciencias, ilustrando la gran profecía enunciada por Saint-Just en 1794: «Sepa Europa que ya no queréis un solo desdichado ni un solo opresor en territorio francés; fructifique este ejemplo sobre la tierra [...]. La felicidad es una idea nueva en Europa».

Un tono “general” como si lo general fuera algo más que una noción aristotélica, que Aristóteles no coloca en relación a la escritura; “contundente” como sólo las creencias mágico animistas exigen, además de un idealismo “barato” donde rige la omnipotencia de las ideas: si yo no quiero que haya desdichados ni opresores, dejará de haberlos.

El País vuelve a mostrar que no sólo no exige a sus periodistas que sean cultos sino que les exige ocultar sus conocimientos en pro de una ideología sectorial y no precisamente tradicional sino una ideología que traiciona los saberes más importantes de los últimos siglos.

Amelia Díez Cuesta
Psicoanalista de Grupo Cero

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Madrid, 5 de Septiembre de 2015

“La poesía es la verdadera historia de los pueblos.”

El Freud español vive en Madrid, sin embargo un diario madrileño vuelve a negar el progreso. Desconocedores de un nuevo discurso, la nueva ciencia que Sigmund Freud inauguró a comienzos del siglo XX, el Psicoanálisis, los periodistas del diario amarillo El País ponen en portada una necesaria renovación, pero deben reconocer que en sus filas.

No sólo los no han leído a Freud, la que dice ser historiadora del psicoanálisis aprovecha para exponer en público todas sus resistencias en lugar de tumbarse en el diván. Negar la realidad hace mal a la salud y a la inteligencia, mantener prejuicios superados hace más de cien años y abanderarse como vanguardia le dejan en muy mal lugar, señora Roudinesco.

Con manifestaciones así, sólo se hacen daño a sí mismos, ya que la historia de la escritura es más poderosa que ustedes. La poesía es la verdadera historia de los pueblos y en eso ya les ganó Freud y Miguel Oscar Menassa, psicoanalista y poeta que vive en Madrid desde hace 40 años y que tiene en su haber más de 26 libros de psicoanálisis y 30 libros de poesía.

En España, después de la muerte de Franco, no aparecía la palabra psicoanálisis en el diccionario, los periodistas no sabían escribirla y fue Menassa y el Grupo Cero, la escuela de psicoanálisis con más relevancia a nivel mundial que funda en el año 1981, los que hicieron y siguen haciendo el trabajo de transmisión y difusión del Psicoanálisis, labor que los diarios y periodistas españoles tanto se empeñan en ocultar.

Cuando en la transición española se silenciaba el dolor y se fundaba una democracia para crear una nueva casta, Menassa escribía los versos necesarios para poder entender la estupidez de un pueblo que hoy mantiene a los corruptos en el poder. Versos que son necesarios para poder producir otra forma de vivir.

Un siglo después de la producción de la ciencia psicoanalítica, de la producción de La Interpretación de los Sueños, aún aparecen incultos, resistentes, engañabobos ocupando portadas en los diarios amarillos, demandando una renovación de aquello que ni siquiera conocen. El Psicoanálisis es la Teoría del sujeto psíquico, una nueva ciencia que produce una nueva forma de pensar al ser humano. Vuestra mirada es demasiado pobre para una producción humana tan importante. La luz del nuevo descubrimiento ciega a todo aquél que desea apagarla.

La ciencia en general ya no es la misma, ahora dispone de un nuevo objeto de conocimiento y de un nuevo instrumento, para seguir sumando, avanzando, deseando saber, abriendo caminos. No pueden ser científicos, no pueden ser poetas, aquellos que con sus manifestaciones niegan sus propios deseos sexuales infantiles reprimidos, aquellos que se nieguen a reconocer que en Madrid, nuestra ciudad, Menassa cumple 75 años e inaugura la nueva sede de su escuela en plena calle Princesa de Madrid.

Con el peso de la escritura de Sigmund Freud y Menassa tenemos trabajo para los próximos cien años.¡Viva el Psicoanálisis! ¡Viva la Poesía! ¡Abajo la prensa amarilla!

Helena Trujillo
Psicoanalista de Grupo Cero

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BABELIA Y EL DIARIO EL PIS al diván

¿POR QUÉ DEBEN RENOVARSE?

El Diario El País, una vez más, presta su espacio a la distorsión, la infamia y la ignorancia, mostrando una absoluta falta de educación, cultura y buen gusto, e imponiendo su neurosis a la ciencia y al psicoanálisis. Pedimos a los partidos políticos que castiguen la impunidad de este medio que puede publicar lo que quiera sin pagar por ello. Un ataque directo al único descubrimiento científico que garantiza ciertas cuotas de libertad al sujeto. Lo que demuestra el poder de este medio de comunicación y el cuidado que tenemos que tener con respecto a él. Recomendamos a la población armarse con instrumentos de lectura como subversión a la manera ingenua de leer propuesta por los modelos ideológicos del estado y el Diario El Pis.

Empecemos por el análisis de la entrevista a esta pseudopsicoanalista.

Primero: Élisabeth Roudinesco, no tiene pensamiento simbólico. Habla de lo imaginario, confunde sexualidad con genitalidad, no entiende lo que es el complejo de Edipo y no comprende que el sujeto psíquico puede ser hombre, mujer, padre y madre.

Y es que la gran especialista del psicoanálisis no es psicoanalista. La señora Roudinesco, historiadora de la psiquiatría del siglo XX, publica una biografía “amarilla” sobre la vida genital de Freud pensando que de ese modo habla del psicoanálisis. El psicoanálisis es una ciencia compleja que no alcanza a abarcar con su libro ni con mil libros como ese, señora Roudinesco. Estudiar la obra de Freud le haría bien.

Segundo: Freud no era psiquiatra sino médico neurólogo. Y mediante sus investigaciones científicas, que tanto han influido en la historia del pensamiento científico y la apertura de las ciencias, incluidas las positivistas, logró separar lo psíquico de lo físico, demostrar, que más allá de lo biológico, el sujeto es psíquico y social y que el psiquismo no debe buscarse en ninguna neurona ni en el cerebro, ni en ninguna base anatómica. Lo psíquico, por el contrario, es virtual y le corresponde un espacio que es temporal. Que el pasado no existe sino que son las frases las que nos determinan, los siguientes pasos a dar. Por eso, El Diario El País va de mal en peor desde que el doctor Menassa dejó de insultarles.

La supuesta experta en psicoanálisis y el mecanismo de censura del País han logrado una vez más engañar, utilizar la palabra psicoanálisis para contarnos sus porquerías, sus fantasías que más valdría psicoanalizasen en un diván, de esos que tanto detestan. Como el concepto de inconsciente, que, a pesar de aceptar que es el gran descubrimiento freudiano, les convendría incorporar a su vocabulario escueto y confundido cuando hablan de cualquier cosa como si fuera cualquier otra.

Me pregunto, ¿cuántos libros de Freud han leído estos señores periodistas, Alex Vicente y compañía? Conceptos desviados, utilización de todos los prejuicios contra el psicoanálisis, mención a autores claramente antipsicoanalíticos, nos preguntamos ¿Para quién trabaja El País? ¿A qué intereses espurios responde este artículo? Niegan lo inconsciente, pues ponen de manifiesto su propia sexualidad infantil y utilizan el psicoanálisis para denunciar lo que pasa en EL País.

Ejemplos:

“Aires de biografía definitiva”: Negación de la mortalidad.

Freud es el padre de la subjetividad moderna: Negación de que Freud es el padre del psicoanálisis.

El charlatán: es Álex Vicente.

Polémicos y contradictorios son los resultados en las ventas del Pis, que deben ser incrementados, a costa del psicoanálisis.

El psicoanálisis no es una doctrina, adoctrinar a sus periodistas es lo que hace El Diario, que en este artículo pone de manifiesto su tendencia fascista.

La señora aspira a recapacitar sobre el personaje de Freud y a recuperar un equilibrio en torno a los rumores y mentiras sobre este personaje. Y el periodista del País habla de Freud como libidinoso adepto a los burdeles y la masturbación. A ver señor Vicente, ¿no estará hablando de usted mismo? Y no hablo de una caricatura sino de su propia vida de mierda, o como usted repite controvertida. Pero, ¿cómo pueden dar este trabajo a alguien tan inepto?

Y la señora vuelve a hablar del psicoanálisis como de doctrina de la sexualidad. Incestuoso fue su papá, no el padre del psicoanálisis, de tendencia fascista, es el Diario El País y el que cobra 450 euros por sesión o más es el doctor Menassa, una condensación en torno a la figura de Sigmund Freud.

¿Qué creerán que es El Edipo? Hablan de subconsciente en vez de inconsciente. Se quedan a nivel de la preconsciencia. Hablan de paternalista, misógino, autoritario, una vez más refiriéndose al Diario o al papá de la señora supuesta experta en historia del psicoanálisis que de psicoanálisis no ha leído nada.

Freud no abogaba por la abstinencia desde los 40 años. Hemos descubierto que el periodista de hoy está en abstinencia desde los 40 años, se masturba y es asiduo de los burdeles de El País. Que mantiene, o es sometido, a una relación paternalista y autoritaria con el Diario y es un poco misógino. Un poco solitario, de ahí lo de la masturbación, no soporta los conflictos, por eso habla tan ecuánimemente sobre el psicoanálisis.

¿De quién habla y a quién, la señora, cuando se refiere a Freud como sin suficiente ímpetu sexual y que no sabía utilizar los contraceptivos? ¿Qué tendría que ver esa apreciación “subjetiva” con la teoría psicoanalítica? Confunde vida y obra, y vida sexual con la escritura. No debe escribir mucho esta señora o realmente escribe de lo que le pasa a ella, veamos: esta señora francesa se quiere emancipar, ¿de qué o de quién? ¿De los psicoanalistas franceses, y del propio Lacan? ¿Quienes son los reaccionarios?

Vuelve a la idea de la invención de la subjetividad moderna y a la de que Freud nos convirtió en héroes. Freud nos convirtió en sujetos psíquicos, sujetos del inconsciente.

Tercero: Tratar a un paciente con medicamentos no resulta menos costoso que atenderle con psicoanálisis. Lo que pasa que el mercado de los medicamentos le resulta muy rentable a los laboratorios y a los medios que los publicitan, inventando publicidad engañosa que debería estar prohibida y provocando enfermedades graves y muertes como pasó en los años 80 con el uso y prescripción indiscriminada de estrógenos para las mujeres mayores de 40 años que produjo un incremento en las cifras de cáncer de útero.

A lo mejor tiene esto que ver, con la sexualidad de la mujer, con oponerse a la libertad de pensamiento que el psicoanálisis trae a toda mujer, cuando la separa de la genitalidad y le otorga el pensamiento simbólico que la historia se ha empeñado en arrebatarle. Es Freud quien le dice, “hable” y es Menassa quien le dice “escribe”. Y así la mujer va conquistando su lugar en la historia. Es una mujer, aparentemente, la que escribe este libro pero, ¿es una mujer? En psicoanálisis sabemos que una mujer puede haber reprimido su feminidad y vivir bajo las premisas del efecto de la represión sexual y del pensamiento. Su libro es una estafa. El psicoanálisis molesta porque quita la venda de los ojos y le muestra al sujeto cuáles son los límites de su alambrado. Es por eso que El Diario El Pis publica este artículo y este libro contra el Psicoanálisis como si fuera a su favor.

Cuarto: El psicoanálisis no aspira a ocupar el lugar de los conductistas. La que tendrá que transformarse es esta señora Roudinesco si tiene alguna aspiración psicoanalítica. Ningún psicoanalista avala a esta señora, en Argentina ningún psicoanalista le dio pelota. Ha dejado de psicoanalizarse y se ha paralizado. Para no querer tumbarse, ¡lo ha hecho muy bien señora Roudinesco! Está bien, aceptamos atenderla pero ya sabe que la sesión son 450 euros. Ya sabía usted que este artículo lo vería Menassa, ¿verdad? Y para su información, los jóvenes psicoanalistas del Grupo Cero no sólo estudian la obra Freudiana sino que también cantan, bailan, escriben poesía, recitan, pintan, hacen cine y teatro. ¿Le parecen suficientemente cultivados? Le animamos a seguir su ejemplo.

Dirigido al señor Javier Sampedro: Discúlpeme señor pero es usted una mala bestia. Utiliza mal a Freud, roba a Freud, para hablar mal de él. Reconoce sus logros, para después criticarlos duramente y sin ninguna fundamentación, porque reconozca que usted de psicoanálisis y de las ciencias conjeturales no tiene ni idea. ¿Es que le encomendaron una tarea que le superaba? ¿O siguió órdenes estrictas cuando decía que el psicoanálisis no es una ciencia? Hasta cierto punto está en lo cierto, se enloquece con lo orgánico. El inconsciente no está en la cabeza sino que se construye con la interpretación psicoanalítica, en el propio proceso del psicoanálisis. Es por eso que se trata de un hecho social, exquisitamente comunitario, para poder pensar, pues un hombre solo, no existe. Si padece una enfermedad orgánica grave le aconsejamos visitar una médico del Grupo Cero, que también son psicoanalistas y le podrán escuchar mejor.

Virginia Valdominos
Psicoanalista de Grupo Cero

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BABELIA

Es el espacio reservado para “la cultura” del diario El País, y en su portada del sábado 4 de septiembre de 2015 titula: “POR QUÉ EL PSICOANÁLISIS SE DEBE RENOVAR”.

La noticia consta de la entrevista realizada a una especialista en la historia del psicoanálisis con motivo de la publicación de una nueva biografía, esta vez “la definitiva” de Sigmund Freud; acompañada de tres columnas firmadas por escritores, científicos y críticos literarios ofreciendo una lectura singular de su experiencia con el psicoanálisis.

Leo detenidamente, lo converso con colegas y considero que debe denunciarse esta manipulación comercial sobre la educación, la salud y la cultura universal.

Hasta aquí llegan los efectos de la barbarie que estamos viviendo todos los días en directo por una terrible equivocación fascista de dos verbos: “terminar y comenzar”. Ejemplo: “vamos a terminar con las armas de destrucción masiva” en lugar de “vamos a comenzar con las armas de destrucción masiva” con los efectos minuciosos y al detalle que nos ofrecen en directo desde los países árabes a los europeos.

Una foto fue portada en El País, con tres dirigentes felicitándose, en la decisión de terminar con una cultura y un pueblo, en lugar de comenzar a analizar el pensamiento bélico de los dirigentes. Y esto lo denunciamos los psicoanalistas españoles del Grupo Cero desde nuestra humilde tribuna con libros, conferencias, recitales y sumándonos a la inmensa manifestación por las calles de Madrid: ¡No a la guerra! ¡No a la guerra!

Hubo guerra. Continúa la guerra y ahora envían a la población, desde los medios de difusión, un misil entre las noticias de la prensa: un misil proponiendo a la población española que se renueve, cuando los que deben renovarse son los dirigentes de la prensa que difunden, no lo negro ni lo dorado, directamente lo amarillo sobre la salud y la educación española, publicando barbaridades como las que firman sobre el psicoanálisis ¿Tal vez otro arma de destrucción masiva?.

Hablan de Sigmund Freud sin haber leído sus textos, ni siquiera la Autobiografía del autor, recopilan datos sobre el personaje en lugar de estudiar sus producciones históricas y escupen las manos de los que investigan y escriben.

España debe leer a Freud, los historiadores y los periodistas ignorantes también tienen derecho y después pregunten si quieren y escriban lo que puedan.

Atentamente

Dr. Carlos Fernández (Médico y Psicoanalista de verdad).

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POR SUS OBRAS LOS CONOCEREIS: ACERCA DE LOS ARTÍCULOS SOBRE FREUD PUBLICADOS EN BABELIA

Esta frase bien podría resumir lo que los artículos sobre, supuestamente, Psicoanálisis aparecen publicados en el suplemento de Babelia del País del 5 de Septiembre de 2015.

A propósito de la biografía de Freud escrita por la, supuestamente, psicoanalista Elizabeth Roudinesco este periódico, que dejó de ser independiente hace muchos años, encuentra la ocasión perfecta para que diversos colaboradores habituales escriban sobre psicoanálisis, del que solo conocen su nombre y, como no podía ser de otra manera, para hablar mal de él.

Comencemos por la entrevista a la autora del libro, que ha tenido acceso a un material escrito de Freud desclasificado hace poco tiempo. Muy interesante, pero como psicoanalista hubiera sido más interesante que hubiera leído y estudiado las obras completas de Freud, los textos de psicoanálisis. Algo que muestra que no ha hecho cuando confunde la obra de un autor con su vida, tratando de buscar en esta la justificación de la producción de conceptos teóricos; cuando confunde la sexualidad con la genitalidad; cuando nos habla de subconsciente o cuando para justificar la necesidad de renovación del psicoanálisis saca del baúl todos los prejuicios, que como tales no tienen que ver con la realidad. Qué dislate.

No, señores, eso no es psicoanálisis. Porque como psicoanalista debería saber que Freud no nos hizo héroes de nuestras vidas, sino protagonistas implicados en todo lo que nos sucede, pero, como no es azaroso lo que se dice, ella, elige colocarse en el lugar del héroe, ¡linda manera de matar al padre! Alguien que en lugar de transformarse, que es lo que produce el psicoanálisis, prefiere pervertir la teoría (“cambiemos el complejo de Edipo”) Y así podríamos continuar con cada una de las frases de la entrevista porque no hay en ninguna de ellas nada que roce el psicoanálisis.

Y del resto de los artículos qué decir, baste un ejemplo el de un “importante científico”, colaborador habitual de las páginas de este periódico, que evidencia muy poco rigor científico cuando, mostrándonos que poco conoce la obra de Freud cuando nos habla de demonios o de subconsciente, sin argumentación científica alguna, decide que el psicoanálisis no es una ciencia. Es su opinión y opinar podemos todos pero una crítica científica ha de ser rigurosa, por eso le recomiendo que para próximas ocasiones, si desea ver un gran ejemplo de crítica científica lea el artículo de Freud Crítica de la neurosis de angustia.

Por eso que por sus obras los conoceréis, si les interesa la salud de la población sería interesante que antes de hablar de Freud leyeran su obra.

Pilar Rojas
Médico y Psicoanalista de Grupo Cero

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Babelia 5/9/15

"Por qué el psicoanálisis se debe renovar"

No se puede escapar del psicoanálisis aunque uno lo pretenda, ya que la pregunta, junto con la foto de portada, trae la respuesta: no es el psicoanálisis el que debe renovarse sino los psicoanalistas de la vieja guardia los que han de dejar paso a las nuevas generaciones a las que no dejan crecer y luego van diciendo que los jóvenes no son ni tan cultos ni tan psicoanalistas como ellos... menos mal porque ellos no son ninguna de las dos cosas.

La señora que el país llama "la biógrafa de Freud" es una historiadora que en su trabajo de negación del psicoanálisis se puso a buscar en la vida de Freud lo que tendría que haber estudiado en sus libros.

Claro que el entrevistador ha oído campanas y no sabe dónde, porque ninguna de sus investigaciones para hacer la entrevista a una supuesta psicoanalista le acercaron al psicoanálisis.

Ya sabemos que para este diario, cada vez más amarillo, no se trata de hablar del psicoanálisis sino de hablar mal del psicoanálisis porque hablar de psicoanálisis le haría bien a la población y eso es algo que ellos no toleran.

En realidad señora Roudinesco, el psicoanálisis no es una doctrina sobre la sexualidad sino una ciencia que, como toda ciencia, tiene su objeto de conocimiento (el inconsciente), método (de interpretación-construcción) y técnica (asociación libre y transferencia). Lo que Freud descubrió es la importancia que la sexualidad tiene en la vida de los hombres.
Si hubiese leído, aunque fuese mínimamente, a Freud, sabría que una manera de insultar al otro es decir los insultos como si fuese otro el que los dijese o negando que fuese esto o lo otro o lo de más allá; mientras lo está diciendo está insultando.

Dice que "quienes no son capaces de verbalizar su historia personal están condenados a la necedad". Freud, antes de escribir La interpretación de los sueños, en Los historiales de la histeria, se daba cuenta de que hablar no es suficiente porque aunque desapareciesen los síntomas aparecían desplazados en otro lugar. Era la época de la hipnosis, el método catártico anterior a la formulación del concepto inconsciente. Así que el diario El País para hablar de psicoanálisis trae a alguien que se quedó en las teorías anteriores a 1900, es decir en las teorías anteriores al psicoanálisis.

Por curiosidad fui a ver qué decía wikipedia del psicoanálisis y me di cuenta de que el desvío que produce este diario es tan inmenso que tiene que ser intencionado. In-tencionado, es decir, tendencioso.

Le pasa como le pasa a nuestros gobernantes actuales que no les importa que lo que dicen no tenga que ver con la realidad ni que sea insultante o mentiroso. Tanto para unos como para otros se trata de que prevalezca su ideología sobre todas las otras cosas.

Su ideología y su neurosis, porque eso es lo único que muestra este artículo de mierda con una fotografía llena de flores para ver si pueden disimular el olor.

Señora Roudinesco si quiere hablar de sus fantasías sexuales no utilice a Freud como si a Freud le hubiese pasado todo lo que usted fantaseó mientras se masturbaba. Ni para ello utilice un diario que, aunque es basura, es un diario y como tal lo lee un montón de gente a la que puede no parecerle bien que usted hable en un diario de lo que tendría que estar hablando tumbada en un diván.

No, usted no quiere divanes, prefiere creer que las cosas son como usted las imagina. Y encima pretende que el resto de la población esté de acuerdo con su imaginario cuando, si hubiese estudiado psicoanálisis, sabría que no hay dos imaginarios iguales. Así que pretender imponer algo al otro tiene que más que ver con una tiranía que con el psicoanálisis.

Freud no son sus fotografías ni lo que sus llamados "biógrafos" han dicho sobre él. Freud son sus textos y si quieren una biografía sobre Freud, él mismo publicó una en la que nos dice que sexualidad en psicoanálisis no es cómo uno se folla a su mujer sino cómo uno se relaciona con los otros y consigo mismo (simplificando la cuestión).

Freud escribió tres mil páginas, recibió el premio Goethe de literatura y produjo la teoría psicoanalítica.

Otra cosa que llama la atención es la insistencia en llamarlo psiquiatra cuando Freud era neurólogo. Me digo que debe ser a modo de insulto o para ver si como "la psiquiatría está desapareciendo" (según esta señora) a ver si con ellos desaparece la figura de Freud (ya que su obra no la puede hacer desaparecer).
El País, por más que no lo saque en su diario, tampoco va a poder hacer desaparecer a Miguel Oscar Menassa, poeta director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero, el más importante poeta de este siglo y de los venideros, y la más importante Escuela de Psicoanálisis, al menos de este siglo, entre otras cosas porque en ella se produce y difunde, por todo el mundo, además de psicoanálisis, arte y cultura.
Sus versos, señor director de este inmundo diario y su suplemento, también le tocaron a usted, por más que usted gaste su vida, inútilmente, en negarlo.

Cruz González Cardeñosa
Integrante del Seminario Sigmund Freud de los Viernes
en la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero

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POR QUÉ SE DEBE RENOVAR EL DIARIO EL PAÍS

El diario El País publica a bombo y platillo una entrevista a una supuesta psicoanalista (como es habitual en ellos, con ese temor acérrimo que tienen al verdadero psicoanálisis, razón por la cual no entrevistan a un verdadero psicoanalista como lo es Miguel Oscar Menassa), Élisabeth Roudinesco, por un libro publicado que dice ser la biografía definitiva de nada menos que Sigmund Freud. Y no hay que ir muy lejos para constatar que la autora ni ha leído ha Freud, ni sabe de psicoanálisis.

El libro que presenta la autora es una novela de la vida de Freud, una novela, que no habla del psicoanálisis y mucho menos de Freud. Solo con leer la entrevista podemos demostrarlo: confunde todos los conceptos, utiliza términos que no tienen nada que ver con el psicoanálisis, subconsciente, racionalismo, doctrina… El complejo de Edipo no es para unos sí y otros no, el héroe es un mito y que haya sido el primero que pidió a la mujer que hablara no quiere decir ni mucho menos que sea feminista, lo que sí hizo fue pensar a la mujer como ningún otro hasta ese momento. La entrevistada no sabe ni siquiera que la sexualidad que plantea Freud no está reducida a la genitalidad y sin ninguna vergüenza la confunde y la reduce a una cuestión de cama, investigando, si se puede decir que eso sea una investigación, la supuesta vida genital de Freud, como si eso tuviera que ver en algo con el psicoanálisis o con la obra escrita. La sexualidad para Freud es algo mucho más complejo y ampliado, tanto así que es TODO LO QUE TOCA LA PALABRA. La Sra. Roudinesco y el Diario El País solo tienen opiniones, fundamentadas en su ignorancia, en sus prejuicios, en su impotencia y en las teorías psicológicas conductistas que nada tienen que ver con el psicoanálisis.

Y no es necesario invalidar las condenas más injustas de Freud, porque Freud no necesita defensa, él tuvo la maestría de contestar a todas sus preguntas, a todas sus críticas y a todos sus prejuicios mucho antes de que usted naciera, porque era un genio, un trabajador al servicio del psicoanálisis y la ciencia, por eso hay que leer a Freud, porque en su obra se encuentran todas las respuestas, por eso hay que leer su propia biografía porque todo lo demás siguen siendo resistencias al psicoanálisis o sencillamente ignorancias megalomaniacas de los vagos.

Bajo ningún concepto lo actual es sinónimo de modernidad, porque la manera como nos enseña a pensar Freud es lo más moderno que se ha escrito hasta ahora y ustedes, autora y diario, siguen pensando que el psicoanálisis tiene que renovarse cuando no tienen ni idea de lo que dicen cuando dicen “Psicoanálisis”, ¿cómo renovar a lo que aún no hemos llegado?…

Por favor, queremos medios responsables, periodistas cultos y psicoanalistas en formación continua, verdaderos lectores de Freud que se atrevan a renovar su vida en vez de mandar a renovar lo que desconocen por su lectura tendenciosa.

Mi propuesta para El Diario El País, a ver si tienen lo que hay que tener: hagan estas mismas preguntas a Miguel Oscar Menassa, atrévanse a escuchar alguna verdad, denle algo útil a los lectores, ¡hagan el intento!, ¡escuchen a un verdadero psicoanalista hablar de psicoanálisis!.

Susana Lorente
Psicóloga y Psicoanalista

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Respuesta al Diario El País y a Babelia por su publicación del 05/09/15.

"Por qué el psicoanálisis se debe renovar"

Leer a Freud, sin duda, no es tarea fácil, no es que sea “difícil de digerir”, es que para leer a Freud hay que hacer un trabajo individual y grupal, que no todos los que se denominan psicoanalista, están dispuestos a hacer.

Para poder emprender una lectura de su obra, una lectura productiva, hay que poder llevar a cabo una transformación del propio pensamiento y de la, tan valorada, personalidad.

La formación que propone la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero incluye para el candidato a psicoanalista una exquisita disciplina que uno mismo ha de ir conquistando a través de los cursos de formación, las sesiones individuales y el trabajo grupal, además de la supervisión del trabajo del psicoanalista, es decir, el psicoanálisis del psicoanalista. La poesía, la pintura, el baile, el canto, el cine, etc, aportan el toque decisivo a la misma.

El trabajo grupal es fundamental para la lectura de Freud, leer un grupo disminuye el riesgo de imaginarizar y simplicar el pensamiento del creador del psicoanálisis. Intentar comprender o hacer conocido un pensamiento tan novedoso, aniquila la novedad del pensamiento freudiano.

El psicoanálisis descentra la conciencia de la vida psíquica, a partir de La Interpretación de los sueños, el inconsciente sobredetermina cualquier acto o pensamiento humano, por tanto, se produce una de las heridas narcisistas más graves para el hombre.

Ruptura fundamental de una manera de pensar que evidentemente, después de leer el artículo publicado en Babelia, “POR QUÉ EL PSICOANÁLISIS SE DEBE RENOVAR” sobre Élisabeth Roudinesco, me doy cuenta de que todavía, no se ha llevado a cabo, no se ha leído a Freud científicamente.

Hablar de la vida de Freud y no de su obra es no haber leído nada de psicoanálisis.

El descubrimiento freudiano implica al sujeto en sus actos, en lo que dice y en lo que no dice, es decir, nos muestra que está implicado y cómo su deseo se pone de manifiesto. El deseo de Freud está en sus textos y claramente fue el de trabajar para la creación de la teoría psicoanalítica, necesidad histórica en el campo científico, por eso decimos que Freud es el hijo del psicoanálisis, no el padre como tantas veces hemos escuchado.

“Madrid debe leer a Freud” define el pensamiento grupal del cual un psicoanalista debe ocuparse, trabajar para la difusión de una ciencia que produce una realidad con grandes aperturas en comparación con la que los medios de difusión nos acercan. La lectura ingenua que nos proponen está al servicio de los estados, lo cual implica una limitación del pensamiento.

Miguel Oscar Menassa, lector incansable de la obra freudiana y lacaniana, abre las puertas a la fusión Psicoanálisis y Poesía con la fundación de la Escuela Grupo Cero Madrid en 1981. Me gustaría invitar a todos aquellos interesados por al descubrimiento freudiano, a que contacten con nosotros para que las limitadas 500 palabras que usan los medios de difusión no determinen su vida, ya que la lengua castellana dispone de un millón de palabras.

“Renueve su pensamiento, si usted quiere, el psicoanálisis, puede ayudarle”

Teléfono de contacto de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero: 91 758 19 40

Magdalena Salamanca
Psicoanalista de Grupo Cero


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A PROPÓSITO DE UNA ENTREVISTA A ELIZABETH ROUDINESCO EN EL SUPLEMENTO BABELIA DEL PERIÓDICO ESPAÑOL “EL PAÍS” POR LA PUBLICACIÓN DE UNA BIOGRAFÍA DE FREUD

Lo primero que me viene a la mente, a la mano, es el confort intelectual. Lo segundo: la corrupción, corrupción en el sentido de que algo se pudre.

Confort intelectual por parte del medio en el que sale, El País, en su revista “cultural” Babelia, confort intelectual en las personas que lo dirigen, confort intelectual en el entrevistador y sobre todo en la señora Roudinesco.

Ella vierte ciertas opiniones sobre el psicoanálisis que muestran que no ha leído a Freud. Leer, lo que se dice leer, es una tarea muy compleja. Un trabajo, que definido por Marx, consiste en estar munidos de instrumentos de lectura, que no son cualquier cosa, y no me refiero a las gafas, sino a verdaderos instrumentos de lectura, (que son las nociones y la concepción de lectura, de escritura, de epistemología, de producción de ciencias con las que me acerco a un texto científico), materia prima (los textos de Freud) y que dan un producto.

Leer no es posar los ojos sobre el texto. Leer es transformarse. Si no soy otro, después de una lectura, no he leído, no ha pasado la lectura en mí. Ha sido un acción tan externa y tan ajena como cuando aplico el dedo sobre el teclado del google que todos manejamos. Y lo que el psicoanálisis pone en el centro de la cuestión, (que no es centro), es al sujeto. A ti. Desde Freud, uno está implicado en todo lo que hace, uno es responsable de su deseo, y también de ceder en su deseo.

En la historia del psicoanálisis, a pesar de su gran onda expansiva en todos los ámbitos de la cultura, de la salud y de todo lo que toca al hombre, no ha habido demasiados lectores, muchos, eso sí, pervertidores de su lectura.

Lacan y Menassa pertenecen a la historia del psicoanálisis. Freud, a la historia de las ciencias.

O se pervierte la teoría o se pervierte el practicante, es un decir epistemológico y psicoanalítico. Pero esto también pasa con las matemáticas o con cualquier otra ciencia. Veamos en qué casos: O soy otro cuando aprendo la suma, en el sentido de incluir una operación matemática en mi vida, con lo cual cambia mi mundo y cambio yo. Antes vivía en un mundo donde no existía la suma. Al incluir la suma en mi mundo, mi mundo es ahora otro, incluye la suma. O transformo esa operación en lo que a mí me da la gana o lo que yo creo que es la suma y entonces,… soy un loco… Con los conceptos psicoanalíticos pasa lo mismo. No veo por qué tengamos que sorprendernos.

Lacan proclamaba “Volver a Freud” y también decía que él no era lacaniano, que si a él le preguntaban, era freudiano ante la horda de lacanianos que sólo le leían a él y quedaban hipnotizados por sus fórmulas, que además, si hubiesen leído a Freud, se hubieran dado cuenta que, en realidad, son freudianas.

No digo que sea fácil, pero sí que es posible. Con la física lo entendemos, nos damos cuenta de su complejidad, y no “opinamos”. La matemática no toma en cuenta nuestros afectos, no es más verídica o verdadera porque nos guste más o menos.

Volver a Freud es volver a las fuentes. Volver a Freud es volver al Freud de La Interpretación de los sueños, donde Freud produce una nueva ciencia, escuchad bien, una nueva ciencia, que a ninguna otra ciencia se parece. En la historia de las ciencias, se produce una teoría que habla de la complejidad de lo humano: el psicoanálisis, cuyo objeto es el inconsciente (no el subconsciente) y que marca, como único método, el método de la interpretación psicoanalítica.

Menassa enuncia Madrid debe leer a Freud, en el texto fundacional de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero en el año 1981, año, por cierto, de la muerte de Lacan.

Una entrevista en uno de los medios de mayor tirada nacional a la que se dice que va a poner en su sitio la biografía de Freud. El suplemento, que se dice de “cultura”, está apoltronado en la comodidad… Y lo que es más indignante, a veces, en la impunidad.

No se trata de una cultura viva. Y de paso, los que dirigen Babelia no tienen ni idea de lo que es poesía, incluso, cuando recurren a los que ellos adjudican que son poetas. No la entienden y eso salta a la vista.

Al margen de todo esto, me gustaría que algunas cuestiones queden claras:

1.Subconsciente no existe en Psicoanálisis. No es un término que emplea Freud. Sigmund Freud utiliza siempre “inconsciente”.

2. Roudinesco no entendió que la vida del escritor nada, nada tiene que ver con su obra. Hay una separación tajante. ¿A quién le importa su vida? Esto no es “Sálvame”. Se trata de la historia de las ciencias, de la historia de la producción de las ciencias. No es que tenga nada que ocultar, ni nada por el estilo, sino que lo que se consigue, es que uno se olvide de su obra. Fue un hombre como cualquiera de nosotros podría serlo, él mismo dice, trabajador como ninguno, con los prejuicios como podría tenerlos cualquiera de nosotros, en la Viena de 1900, pero que a pesar de ellos, y con su psicoanálisis produjo una ciencia que es el dolor de cabeza y la herida del racionalismo imperante en el ámbito universitario y cultural. A mí me sorprende ese hombre, trabajador, que produjo con su trabajo, en su escritura y en sí mismo una ciencia nueva. No el genio que no existe, porque todo es producto efecto de un trabajo, también el alumbramiento de un nuevo campo científico.

3. Sexualidad no es genitalidad. No lo es por mucho que el confort intelectual lo quiera. Por mucho que se quiera simplificar y entender a golpe de diccionario o wikipedia, o google. El concepto de energía en física no se me ocurre simplificarlo, sé que se trata de otra cosa que en el lenguaje cotidiano. Lo mismo pasa con los conceptos y nociones en psicoanálisis. Que eso le pase a un periodista, vale, pase. Pero a un psicoanalista o a alguien que se dice “psicoanalista” es imperdonable. Por eso que cuestiono a Roudinesco y a los que piensan como ella.

4. Algo más grave es lo que dice sobre el complejo de Edipo y los homosexuales. El complejo de Edipo es una estructura humanizante, no son personas, en todo caso son funciones, lugares que conforman una estructura, y que se dan en el lenguaje. Por eso que un huérfano en la vida real puede tener padre y madre. Y un niño que los tenga en la realidad, puede que no los tenga efectivamente, que sea más huérfano que el propio huérfano, porque sus padres no ejerzan esa función, no estén en sus lugares (en el lenguaje) y sea un niño carente de padres, que haya ausencia de padres. Esto se da en el lenguaje, pero no es gramática, en todo caso, gramática del inconsciente. Un psicoanalista que confunda esto no es un psicoanalista, no ha leído a Freud. Lo ha leído desde sus prejuicios y sus ideas previas, es decir, no lo ha leído. Roudinesco no ha leído a Freud.

5. Un psicoanalista jamás se mete con la vida de los pacientes, no tiene opinión, y en todo caso, es opinión psicoanalítica, como el médico, opinión médica. Por eso que está abierto siempre a cualquier apertura del pensamiento y de la vida, a cualquier combinación de las palabras. La escucha es poética, decimos, y la interpretación, psicoanalítica. Y ante un caso de pareja homosexual, sabe que es la apariencia, la fachada, que la posición sexual se juega siempre en el lenguaje, en las frases que él o ella dice, y que además no son inmutables, que en la siguiente frase puede cambiar…

Por último, el Psicoanálisis…”debe aspirar a ocupar el lugar que han conquistado los conductistas. Para eso tendrá que transformarse”. No sé si ha visto alguna vez algún paciente la señora Roudinesco para decir semejante alevosía. Yo llevo más de 25 años trabajando como psicoanalista en Madrid y en ningún momento de mi trayectoria profesional se me ha ocurrido semejante desatino. Al contrario, sé que tanto los conductistas como toda la Psicología y ramas afines se nutren del Psicoanálisis sin jamás reconocerlo. No es algo que me interese particularmente, pues mi interés es Freud y su descubrimiento. Esa riqueza infinita que es leerlo una y otra vez sin agotar mi curiosidad que no es otra que el ser humano.

Todo esto se aprende en el primer año del Seminario Sigmund Freud que desde hace más de 35 años, viene dictando en Madrid, la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, cuyo director es Miguel Menassa.

Invito a todos los que de verdad quieran saber lo que es el Psicoanálisis a iniciar su estudio o su lectura. O en su caso, si tenéis dudas o cuestiones sobre Psicoanálisis, preguntarnos a los psicoanalistas. Pero, por favor, no a cualquier “psicoanalista”.

Cualquiera de los psicoanalistas del Grupo Cero estamos dispuestos a conversar con cualquiera de vosotros, seáis periodistas, psicólogos, antropólogos, poetas, incluso los que os llamáis psicoanalistas, incluída la Roudinesco por más famosa y renombrada que sea, que eso no la libra. Al contrario, la hace mucho más responsable de lo que dice. Y no puede haber impunidad en lo que dice de Freud y del psicoanálisis.

Un psicoanalista sabe que eso es apariencia y escucha la verdad de ese discurso.

Por eso la segunda idea que me venía a la cabeza, a la mano que ahora escribe, es la de la corrupción. Algo huele mal y está podrido y se está corrompiendo y es, en esta vieja Europa, inventora de la guerra, que cree que lo ha inventado todo donde la razón ha ganado prácticamente todos los espacios culturales, donde en los periódicos se ha perdido hace mucho tiempo ya esa perspectiva de una cultura produciéndose y viva. De una cultura social, de participación ciudadana realmente social, como Freud en Psicología de las masas y análisis del yo. Sólo importa el famoseo y el autonombrarse. ¿Le interesa de verdad el psicoanálisis, la poesía, la cultura al suplemento cultural Babelia, o lo hace por desconocimiento (imperdonable!) o por confort intelectual? Estoy segura que hay jóvenes periodistas (no por jóvenes, si no por juventud de pensamiento) deseosos de hacer las cosas bien. ¡Dénles la oportunidad!

Y esto es un síntoma más de la podredumbre que alcanza ciertos parajes de la cultura, de la corrupción mental para que la gente se trague todo enlatado, sin chistar, sin ningún atisbo de crítica. ¡Horror!

¡Qué no!! Pon un verso inolvidable en tu vida, pon una frase de Freud que rompa tu corazón. El pasado no existe. Existen las próximas frases que dices, los próximos pasos que das.

El psicoanálisis está vivo, pese a quien le pese. Y está vivo en la letra, en la escritura de Freud, de Lacan y de Menassa, el Freud español y de todo aquel que haga el trabajo y el goce de leerlo.

La tierra es para quien la trabaja, y así es con el campo psicoanalítico, con cualquier goce, para quien lo trabaje. Reitero mi invitación a todos, a la lectura de Freud, incluída a la señora Roudinesco y mi acompañamiento en esos primeros pasos, porque siempre serán primeros pasos en un texto vivo.

Paola Duchên
Psicoanalista de Grupo Cero

 

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