Poema a Madrid
MADRID
Madrid tiene la piel rota
y las puertas cerradas.
Sus ciudadanos no saben que tiene cielo
y no les une más que la rabia
que brota de sus ojos.
Madrid está dormida,
incómoda,
tiene las alas secas,
su sonrisa descansa
en fotografías gastadas.
Por las noches,
sueña y recuerda,
llora sobre los nombres
de los desconocidos que la habitan.
Madrid,
tenía unos ojos de gata
que eran nuestro hogar,
le gustaba vernos crecer y reír
tuviéramos la edad que tuviéramos.
Su cuerpo era una bandera sin patria
donde se cobijaban cientos de escudos.
Te cuidaba,
te abrazaba,
llenaba tus balcones de estrellas.
Madrid, sólo quiere que la amen.
¿Os habéis dado cuenta?
Madrid, sólo quiere que la amen.
Hernán Kozak