Punto de vista de Carlos Fernández
CUARTO PARTIDO DE COMPETICIÓN
RAYO CIEMPOZUELOS C.F. 1 — C. D. GRUPO CERO 6
Después de cuatro jornadas (14 goles a favor y 3 en contra) el Club Deportivo Grupo Cero lidera con 10 puntos la clasificación por mejor diferencia de goles.
Como un saber no sabido, los aficionados pedían más goles cuando ya ganaba cinco a cero, el derby entre Barcelona y Real Madrid llamaba a la puerta y, sin embargo, pidieron más goles: llego el sexto y el gol del honor del equipo contrario para cerrar el partido. Al día siguiente al vernos en la clasificación LOS PRIMEROS rápidamente nos llamamos para festejar el liderato. Seguimos entre los mejores, el rumbo lo marca la poesía.
La diferencia de goles, en general, las diferencias son productivas al permitir, entre otras cuestiones, discernir desde la semejanza. En el fútbol las diferencias no se liman, ni se educan, ni se aman, las diferencias son tan estructurales que permiten el juego del balón. Y al referirme a la pelota quiero rescatar del derby entre culés y merengues un ejemplo: ¡¡Delgado, la bola joder!! así se refería Iker Casillas al árbitro (Delgado Ferreiro) en la colocación de la barrera, porque Leo Messí movió “la bola” de lugar antes del lanzamiento del libre directo en el segundo gol del Barcelona contra el Real Madrid. La genialidad se trabaja.
Nuestro portero, también habla, así al comenzar cada jugada de ataque en la grada surgen los cánticos y suspiros, en el verde terreno comienza la magia del tiralíneas con la diferencia que el grupo produce de manera singular en cada jugador y los efectos van construyendo una realidad. En cada partido, un rasgo, suma en la clasificación.
El rival, y este encuentro es un buen espejo, es necesario como adversario en el desarrollo del juego.
El compañero, y el grupo lo produce más allá de sus integrantes, es una extensión de los guantes del portero y las botas de los delanteros como auxiliar, modelo en cada partido y en todo entrenamiento.
El público, y domingo tras domingo se aplaude, es objeto causa de deseo, mirada y voz, lectura y escritura, juego y poesía.
Ganar sin culpa permite volver a ganar. Jugar gozando permite seguir jugando. Leer poesía durante la semana, tonifica los músculos, agiliza las piernas y despierta a tu poeta.
Felicidades al equipo. Recordar que seguimos jugando, a vivir, sabemos que nos quedan treinta partidos hasta el final de la competición.
Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
Especialista en Dirección Deportiva
www.carlosfernandezdelganso.com
