Periodismo de investigación
Sobre los acontecimientos actuales
La Presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha cree que La Mancha es suya y Castilla de su propiedad, aún no se ha enterado que la esclavitud no existe más en este país, al menos ante la ley. Claro que si ella es la Presidenta de una Comunidad puede que nuestro país no sea el que fuere hace unos meses y quizá haya que guarecerse de jueces y policías no vaya a ser que algún chorizo diga que la carne en prisión se conserva mejor que en la calle.
“Atacar sin fuerzas no es atacar, es entregarse” dice el poeta, así que mejor tomo aire y hago unos ejercicios respiratorios para que mis manos no pierdan la agilidad de antaño y me dedico a trabajar, que las noticias van llegando una tras otra y no sabemos cuál de ellas es peor, algunas de ellas en el sentido de peligrosa.
No es que los parados estén en la calle, están los parados y los trabajadores y los jóvenes y los no tan jóvenes y alguno que otro de la tercera edad... a policía a la hora de cargar carga indiscriminadamente y claro los jóvenes son los que más corren pero también los que tienen mayor curiosidad. Los de la tercera edad ya no corren como antes pero no perdieron su capacidad de hablar, así que de alguna manera se defienden.
Al Presidente sólo le iba bien cuando viajaba, aunque ya ni eso porque las malas noticias sobre España llegan al extranjero y espero que no tanto como para que Estados Unidos quiera intervenir con una guerra para ver si consigue veranear en una playa donde haya pescaditos y se encuentre con sus paisanos sin tener que escupirles cuando pasan a su lado.
Se nota que además de los telediarios veo algunas películas, todo para que en mi vida haya algo de realidad ya que lo que me cuentan en los telediarios son medio verdades o verdades no del todo ciertas con lo cual se enreda el ovillo y luego no sé de dónde tirar.
La vicepresidenta contenta de tener dos pares de cojones (de otra manera nunca los habría conseguido) para hacer todo lo que le manden. El de Economía y el de Hacienda contentos de satisfacer con alegría sus malos instintos, tantos años contenidos, por fin pueden llamar a las cosas por su nombre, el de ellos, claro.
Y por si fuera poco el Ministro de Educación es un Obispo camuflado que quiere que volvamos a la época en que las mujeres no tenían alma y los niños no existían.
Por Cruz González Cardeñosa
