Tienen 13 años de vida, 2 menos que Las 2001 noches, que con tanta alegría sostienen en sus manos.
Detrás de la multiplicación de esta revista está claro que hay mucha savia renovada.
"Mientras hay vida hay esperanza" decían dos de ellos casi al unísono.
Impacientes, decididos a comerse el mundo, y armados de versos, hubo también quien se lanzó a leer de un tirón el poema de Unamuno A mi buitre. No se quiso quedar atrás otro de los más avezados en la lectura, atreviéndose con un pedazo de La cosa de la carne.
Tienen mucha hambre estos jóvenes, hambre de poesía.
Ellos son la esperanza.
Doy fe:
Antonia López