15 de octubre de 2011
Recital de poesía Homenaje a la poesía surrealista francesa
Alejandra Menassa, Fabián Menassa, Clémence Loonis y Kepa Ríos interpretaron
el poema "Acontecimientos" de Jacques Prévert
Punto de vista de Laura López
Al recital acudió un numeroso público enamorado de la poesía
Pilar Rojas, encargada de la transmisión por internet, del recital, al lado de Helena Trujillo
Alejandra Menassa, dio la bienvenida a los asistentes y dio comienzo al recital.
Kepa Ríos, con la guitarra,
acompañó a todos los participantes
Hernán Kozak
Magdalena Salamanca
Susana Lorente
Ruy Henríquez
Soledad Caballero
El recital contó con la presencia del poeta Miguel Oscar Menassa
Olga de Lucia
Carlos Fernández
Olga de Lucia y Claire Deloupy leyeron un hermoso poema de Rimbaud
en su versión francesa original y en su traducción
Mónica López
Miguel Oscar Menassa
Virginia Valdominos
Ana Velasco y Miguel Martínez
Antonia López, Ruth Ballester Hernández, entre otros asistentes
Jaime Kozak acompañado por Kepa Ríos
Begoña Regueiro, Paola Duchên y Amelia Díez
Ana Velasco
Helena Trujillo
Cruz González
Pilar Rojas
Alejandra Menassa, Fabián Menassa, Clémence Loonis y Kepa Ríos
Amelia Díez y Miguel Menassa leyeron juntos "Licantropía contemporánea" de Louis Aragon
Amelia Díez y Miguel Menassa
Alejandra Menassa y Kepa Ríos
Este recital que viene realizándose, cada mes desde hace dos años,
se despide para dar lugar a "Poetas Despiertos"
COMENTARIO "ACONTECIMIENTOS" DE JACQUES PRÉVERT
La vanguardia de unas voces concatenadas en el hilo de un mismo personaje: una golondrina, que asciende por las gargantas moteadas del surrealismo francés, deleitan al público en un escenario de historias encontradas de singular belleza. Sobrecogen el rítmico compás de unos corazones que descansan sobre la indiferencia de unas sillas, dándole un nuevo giro al sentir conmovido del ser humano. La fuerza de los versos penetra en cascada y en ese torrente de palabras se sedimentan decires, haceres, de incalculable valor. El vuelo de la poesía envuelve la estancia y en el aletear de su viveza, en la idiosincrasia de la disparidad de unos cuerpos se alza un mismo canto, llamativo, hermoso, engarzado en los acordes de una sutil melodía. Un espectáculo que no deja a nadie indiferente, cautiva, embelesa, vuelca el dique de nuestros afectos contenidos de la mano de estas cuatro voces, estos cuatro puntos cardinales, estos cuatro jinetes de la apocalipsis, a través de un generoso gesto de amor: el recitar de este maravilloso poema que nos seduce y nos llena de goce.
Laura López
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