CONVOCATORIAS

Introducción a la Formación Psicoanalítica

"Seminario
Sigmund Freud"
"Clínica Psicoanalítica"

Formación On-Line

Google

 

 
.................................
 
 

 

9 de julio de 2011

Periodismo de investigación

La mujer psicoanalista

Al producirse el avance nazi, muchos psicoanalistas europeos emigraron a los estados unidos de Norteamérica, y se encontraron con un escenario profesional diferente al que conocían. Las asociaciones psicoanalíticas norteamericanas gozaban de gran prestigio. Sus institutos entrenaban sólo a médicos psiquiatras, ya que esa profesión tenía una posición de dominio sobre otras, los psicólogos, los asistentes sociales podían trabajar, pero bajo su supervisión, es decir, bajo su control. La psicología, como disciplina académica, se localizaba en departamentos universitarios segregados de la medicina. Algunos conceptos analíticos, habían logrado gran aceptación en una versión simplificada que silenciaba la sexualidad y, enfatizaba la conformidad social. Los escritos de los analistas norteamericanos, alcanzaban grandes éxitos de venta y representaban, en general, opciones moralizantes y populares con un toque optimista, volcado a responsabilizar a los entornos sociales por los llamados desajustes personales. Algunos autores europeos, instalados en aquél medio, como Erich Fromm o Karen Horney, con títulos sugerentes como “El arte de amar” o “El miedo a la libertad” y otros, produjeron una variante moderada con gran circulación internacional, de la supuesta critica cultural freudiana.

Durante la segunda guerra mundial, la psicología alcanzó gran notoriedad y las fuerzas armadas norteamericanas, solicitaron sus servicios para elevar la moral de la tropa, reclutar a oficiales en tareas riesgosas y orientar la guerra psicológica. Se produjo un gran desarrollo de las teorías acerca de la dinámica grupal y las técnicas de dirección de grupos. Las neurosis de guerra, diagnosticadas en la primera contienda, ahora podían ser prevenidas. Los psicoanalistas fueron solicitados para analizar la personalidad de Hitler y ayudar a predecir sus movimientos; las reacciones de un ejercito, que no sólo quemó libros sino que por ejemplo, se regodeó en decapitar la estatua de alguien como Rimbaud, ubicada en el cementerio de su pueblo natal.

La guerra impulsó a las mujeres dentro del mercado de trabajo especializado en USA y así, asistentes sociales y psicólogas, entre otras, fueron promovidas a posiciones de mayor prestigio, rango y autonomía profesional e ingresaron en la universidad en mayor número.

En 1945 Alfred Hitchocok, estrenaba una nueva película con gran éxito de taquilla: “Cuéntame tu vida”. En dicha historia, Ingrid Bergman destacaba en el papel de psiquiatra y Gregory Peck, interpretaba al paciente que había perdido la memoria y adoptado una nueva identidad. La película mostraba una trama de suspenso, con sueños filmados en escenarios diseñados por el gran Salvador Dalí, con símbolos y una cierta terminología “freudiana”, mientras la “psicoanalista”, en intensas sesiones de psicoterapia ponía en descubierto, la experiencia infantil reprimida de su paciente. El psicoanálisis, que ya había hecho una serie de apariciones en Brodway, ahora triunfaba en Hollywod, sacando a la luz una nueva figura que con el correr de los acontecimientos, sería de una gran importancia en el movimiento psicoanalítico: la mujer psicoanalista.

Jaime Kozak