El miércoles estuve en un concierto y confieso que me emocioné al escuchar las primeras notas. Era maravilloso el conjunto de voces, más que angelicales, terrestres, un grupo de niños, jóvenes y adultos produciendo una belleza comparable a la belleza de un cuadro o de una obra maestra.
Quizá la emoción fue porque cantaba una sobrina, pero el plus de emoción que me embargó unos instantes más bien tenía que ver por el contraste tan grande de dicho concierto con lo que cada día te hablan por televisión o en la prensa de lo que es la vida, y las edades de la vida. Me invadió una especie de sorpresa de que además de la guerra y las atrocidades (perversiones de adultos con niños, desfalcos, estafas, cada vez más desigualdades, cada vez peor sanidad y educación...) hubiese en el mundo algo tan espectacularmente hermoso para los sentidos. No tanto porque fuese increíble, sino por la manera de silenciar estos acontecimientos que tiene la prensa.
¿Por qué será que los medios de difusión no difunden estas cosas culturales que cada día se producen en Madrid y en otras ciudades y pueblos de España y de las que sólo se enteran los familiares y amigos de los participantes?
¿Por qué si hay jóvenes que leen, cantan, bailan, hacen deporte... y personas mayores que leen, cantan, bailan, hacen deporte... y no tienen enfermedades llamadas crónicas, no hay un espacio (en televisión, dentro de los telediarios, en la radio dentro de los informativos, en la sección de cultura de la prensa), que nos hable de esas posibilidades del ser humano?
Agradezco al Blog Maravilloso la publicación constante de noticias culturales de diversa índole de las que es posible participar y estar atentos a nuevas propuestas porque nos hacen enterar que existen.
Por Cruz González
