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23 de septiembre de 2010

Norma Menassa presenta su nuevo poemario "Graffitis en el cielo" en Madrid


Norma Menassa poeta argentina,
Directora de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero Buenos Aires

Presentación de Alejandra Menassa

Presentación de Carmen Salamanca

Comentario de Jaime Kozak

Miguel Oscar Menassa y Norma Menassa escuchan atentamente las presentaciones
Alejandra Menassa leyendo su presentación
Carmen Salamanca también hizo su presentación
Ivan Mirkia, integrante de los talleres de poesía
Grupo Cero, sorprendió al público asistente
con sus poemas en clave de rap
El público participó acompañando con el ritmo
Lucía Serrano, poeta argentina,
también asistió al recital

 

GRAFFITIS EN EL CIELO

Comencemos por el final, es decir por el título, el título suele ser lo último que se decide en un libro cuando uno trabaja únicamente por encargo de la poesía. Graffitis en el cielo es el libro de Norma Menassa, una poeta que ya ha hecho su lugar en la historia de la poesía con libros anteriores: Amores mínimos, Cuando está por llover los pájaros no vuelan, Me acosa una pasión, Pertenezco, y otros títulos en colaboración.

Graffitis ¿Porqué la autora ha decidido mantener la grafía italiana, conservando la doble f del vocablo? Quizás para respetar los primeros orígenes del graffiti. Entre los romanos estaba muy extendida la costumbre de la escritura ocasional sobre muros y columnas, esgrafiada y pintada, y se han encontrado múltiples inscripciones en latín vulgar con consignas políticas, insultos, declaraciones de amor, etcétera, junto a un amplio repertorio de caricaturas y dibujos en lugares menos afectados por la erosión, como en cuevas-santuario, en muros enterrados, en las catacumbas de Roma, o en las ruinas. Ya en la época moderna se conocen también ejemplos, hechos por marineros y piratas que en sus viajes al pisar tierra dejaban sus seudónimos o iniciales marcadas sobre las piedras o grutas, quemando para ello un trozo de corcho. Fue un arqueólogo el que comenzó a universalizar el término, que acoge tan amplias resonancias como las pinturas de las cuevas de Altamira o las firmas del conocido Muelle en las paredes, muros y cierres de miles de edificios españoles.

Cuando leí el título, recordé inmediatamente una frase del poeta Miguel Oscar Menassa: En las paredes, sí, pero con buena letra.

El grafiti o grafito, para el diccionario de la RAE, tiene dos raíces en el corazón del hombre. Por un lado sirvió para expresar protesta, disconformidad con lo socialmente establecido y por otro lado, el grafitero Cornbread, de Filadelfia, comenzó a pintar supuestamente para seducir a una mujer. Entonces: dos vertientes del grafiti en cuanto a sus fines: la protesta o la denuncia y el amor.

Curiosamente, los grafiteros, o flecheros (porque habitualmente firmaban con una flecha), también son llamados escritores.

Y Norma Menassa no ha titulado a este libro graffitis por casualidad, ya que es un libro de protesta, de denuncia, y también es un libro de amor. Amor a la poesía, amor a su ciudad de río color de León, como diría Borges.

Graffitis en el cielo, por tanto, pero no el cielo de cualquier ciudad, sino en el cielo de la majestuosa Buenos Aires, presencia sostenida que recorre todo el libro, porque estamos frente a una poeta americana, que habría podido decir con convicción la frase de Germán Pardo García: Yo llamo a la tierra Americana Madre, y ella me responde desde sus cóncavas regiones: Hija. Hija de Tuñón, Raúl Gustavo Aguirre, Portogallo, Orozco…

No por casualidad tampoco, y las piezas de este pequeño puzle que es un libro van encajando todas, el cuadro de portada se llama verano en Buenos Aires. Ventana abierta a la ciudad de los amores de la poeta. Y cuando digo que Norma Menassa es una poeta americana, lo digo porque sus versos son exuberantes como la vegetación americana y sus frases caudalosas como cien orinocos.

Vamos a recorrer algunos de los versos de aquellos poemas del libro donde la tendencia es la denuncia:

En el poema cadencias imperiales, nos dice: “Bagdag, Beirut, mis padres, mis hermanos convertidos en polvo de historias sucumbidas” O en el poema Las democracias me chiflan, parafraseando en su poema 150.000.000 al gran Maiacovsky, uno de los mayores exponentes de esta poesía social, de esta poesía de denuncia, aquella que da voz a los desposeídos, que señala la injusticia, que se levanta contra la explotación y la pobreza, nos dice la poeta:

“las cúpulas acordaron el permiso necesario para que la historia
volviese a repetirse aliviada de culpas,
con plenitud de impunidad, y en su nombre, volvió la esclavitud,
los caprichosos asesinatos múltiples,
la enfermedad y el hambre
disfrazadas de políticas humanas
que enardecieron a esos 150 millones subsumidos
del canto del poeta.”

Vamos ahora con la segunda vertiente: la del amor.

Si Salinas escribió estos versos en La voz a ti debida:

«Mañana». La palabra
iba suelta, vacante,
ingrávida, en el aire,
tan sin alma y sin cuerpo,
tan sin color ni beso,
que la dejé pasar
por mi lado, en mi hoy.
Pero de pronto tú
dijiste: «Yo, mañana...»
Y todo se pobló
de carne y de banderas.

Y podemos leer que esa amante, ese Yo del poema, no es ninguna mujer, es la poesía que entabla amoríos con el poeta, como lo es para Huidobro la Ella en Balada de lo que no vuelve o para Raúl Gustavo Aguirre en Alguna Memoria, también en Norma Menassa, el amante es la poesía, y nos lo dice así:

“Sobre el lecho que luego abandonamos
quedó el poema de la noche en medio del despojo”.

La poesía amorosa de Norma Menassa alcanza las cimas de la lírica, sin olvidar nunca que la poesía es un trabajo:

“El poeta habla, el poeta sueña,
pero hundiendo sus manos en la tierra amasa tanto el pan como el poema.”

O hablándole cara a cara a la poesía como si la poeta, al dejarse escribir , alcanzara la misma cumbre que Ella, la poesía, le dice:

“Viene amable a conversar conmigo y somos dos sabios bajo el árbol” o

“Hoy te denuncio, que todo el mundo sepa que eres voraz y caprichosa,
que eres la fiera que me habita.”

A esta poeta, que habita en la poesía, tenemos el honor de poder escuchar hoy, ha venido hasta nosotros para dejar sus Graffitis también en el cielo de Madrid, otro de sus amores.

Alejandra Menassa de Lucia


PRESENTACIÓN DE GRAFFITIS EN EL CIELO,
DE NORMA MENASSA

La palabra "graffiti" tiene sus orígenes en la palabra griega graphein que significa escribir. Esto evolucionó en la palabra latina graffito. Graffiti es la forma plural.

En el lenguaje común, el grafiti incluye lo que también se llama pintadas: el resultado de pintar en las paredes letreros, frecuentemente de contenido político o social, con o sin el permiso del dueño del inmueble.

Es una costumbre antiquísima, ya entre los romanos estaba muy extendida la escritura ocasional sobre muros y columnas. La historia moderna de graffiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva York, aunque se extendió rápidamente por el mundo.

Recordaremos los grafitos de los disturbios de mayo de 1968 en París: "La imaginación al poder" o "Que paren el mundo, que yo me bajo".

Vemos entonces que la palabra graffiti tiene que ver con el ejercicio de la escritura como acto de libertad, más allá de intereses establecidos. Y también tiene que ver con un mensaje cuyo alcance va más allá de lo que pone.

La poesía de este libro también tiene esas dos características. Es más, no resulta difícil encontrar versos dignos de aparecer en las paredes de las más céntricas calles de cualquier ciudad, como: "Allí adentro es afuera", "La tristeza es cosa de mañana", "Hay cosas imposibles/ y hay cosas que nadie puede hacer".

41 poemas, agrupados en 7 secciones no tituladas, pero separadas entre sí por dibujos, que obligan al lector a un ejercicio de intuición y relectura.

Los primeros versos del libro algo nos explican y marcan el punto de partida de la autora: "Fui un pájaro volando,/ en mi entraban las nubes,/ otras veces espejo de grafito/ hice mi piel de versos inmortales". Un pájaro que observa el mundo que nos rodea, registrando su inhóspita indolencia. Y para volar, pintando grafitis en el cielo, es necesario aligerar la carga, por eso, antes de continuar, la poeta confiesa: "Hasta mi ser me pesó y tuve que dejarlo".

Tras el primer dibujo, la segunda sección, Lo que vendrá, es decir, el tiempo, se desarrolla entre mujeres: partidas, enamoradas, esquivas, inclinadas o altivas, mujeres propias o ajenas, hasta llegar a otra mujer, la madre: "mi primera ceniza, mi tierra última."

En tercer lugar, hombres: adolescentes, sensuales, otro que se hace solo, un padre y alguna conversación detrás de la mesa, darán paso al sexo, el amor carnal, que se despliega en la 4ª sección. El poema que la cierra, "Esta vez también hicimos el amor en Buenos Aires" contiene una de las imágenes más impactantes del libro: "...tu mano en mi mano/ tomaba tal altura que terminó cortada a pique en el umbral de casa". Un tiempo vibrante y sutil que termina situando a la poeta en un lugar idóneo para continuar la tarea: "en un gran almacén vendiendo fábulas."

Y es que, en este 5º movimiento, la conversación es con la poesía misma. "...Brillantes graffitis que tiran de mi cuello para arriba", nos dice. Una gota de inmortalidad, "...el jeroglífico que nunca encontrarán,/ porque es mi huella." Una sección ésta que brilla con versos como: "...que las letras vienen sueltas,/ como la vida de los hombres."

Nos quedan aún dos grupos de poemas, dos entidades diferentes pero inseparables para esta autora: la tierra, donde se hallan pueblos, ciudades, paisajes en los ojos, quizá una patria, y el mar. Pero no cualquier mar, más bien un espejo de ese cielo donde habitan los grafitis. El lugar donde se refleja todo el oleaje de palabras con que nos desborda Norma Menassa.

Los últimos versos del libro son un mensaje, aparentemente al lector: "Cuando no queden palabras/ quisiera que me acompañes al fondo del océano/ porque pienso ordenar que se derrumben las alturas/ y que me mire el sol con ojos de cuaderno." Un cuaderno nuevo, para seguir escribiendo "Graffitis en el cielo". Los esperamos.

Carmen Salamanca

LEYENDO: “GAFFITIS EN EL CIELO” de Norma Menassa

El cuerpo es un límite entre la carne y el mundo, y el poeta en estas páginas construye una piel en versos inmortales. Sin padre ni madre se consagra a la quimera de sueños extraviados, con la premura del que busca su raíz en el carbono combinado de lo humano.

Como todos los hombres y mujeres, el poeta vive en medio de una guerra y es una bandera desplegada en el viento, en la luz abismal de nuevos tiempos sin el precio alentador de la venganza.

El poema se mueve en las contradicciones del andamiaje del sistema de las desorganizaciones de Occidente, pequeñas democracias emergidas al ritmo de estallidos de masas, con anchas bases de miseria y escasas cumbres acumulando el oro.

Cuando nadie quiere escuchar las verdades que viajan en el tiempo, la poesía se mueve en los pliegues de las contiendas bursátiles, en las alforjas de los caminantes y en movimientos silenciosos, sobrevive a la estupidez y las matanzas, por encima de las ideologías, contrabandea las combinaciones que transforman alaridos en cantos.

La Poesía no tiene rostro ni nombre ni ser, por eso es ágil entre las clases sociales y la historia; una pasión de infinito, ignorante de fechas y obstáculos, habla, habla...

“Graffitis...” es un poema que trata de alcanzar la puntual profundidad del amor a la palabra, extraña cadencia femenina engendrada en la hoguera de los días, que se pierden como besos supremos huyendo de la bondad y el orgullo, porque deja de lado la levedad de los cuerpos y las almas, se sumerge en la herramientas que la tallan y se aleja en cada forma, en cada golpe que despierta a los monstruos sagrados de los pechos sin cruces que se alejan de los latidos de la tierra.

“Graffitis..”, es una prueba de amor al verso cuando las vidas se transforman, desafiando al elefante blanco del destino y representa para la autora, un idioma nuevo cercano a sus palabras, desconocido en paisajes diabólicos que alejan las sombras que la guiaban, hasta ayer.

Jaime Icho Kozak


 

 

CALENDARIO

2010
Menassa propuesto al VII Premio de Poesía García Lorca
Videos de Menassa en Móstoles y en la AAEE
Vota a Menassa para ser elegido madrileño del año
Publicados poemas de María Chévez en la revista Contrapunto
Recital de poesía de Carmen Salamanca en Canarias
La noche en blanco 2010 - Espectáculo poético musical: Miguel Menassa
Menassa, candidato al Premio Nobel de Literatura
Menassa, un poeta del compromiso candidato al Nobel
2009
2008

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