El pasado viernes 23 de octubre, a orillas del profundo desnivel de la calle Segovia, en pleno centro del casco histórico de Madrid, en el barrio de Palacio, concretamente en El Rincón del Arte Nuevo, una de las cunas del la música en vivo de nuestra ciudad, acogió en su seno, o mejor dicho, recibió en sus brazos, ya que se trata de dos Argentinos, a los hermanos Leandro y Guido Briscioli, para que la noche, teñida de tango, vistiera sus calles de pasión.
Con el público entregado y un ambiente muy cálido, Leandro en la voz y Guido en la guitarra nos acercaron a las milongas de Buenos Aires de la mano de Gardel, Aníbal Troilo y Discépolo, entre otros. Clásicos del tango de naturaleza netamente urbana que nos hicieron sentir el abrazo musical de su danza y la sensualidad de sus palabras.
Sumergidos en las cosas del amor, más que acariciar la tristeza, que en ocasiones nos acerca el tango, la fuerza de la voz y la guitarra de los Briscioli, nos hicieron mantener la sonrisa durante toda su interpretación.
Tangos con carácter melódico que envolvieron y ciñeron por la cintura, para besar los labios de todos los presentes, tanto a mujeres como a hombres, testigos de un sentimiento hecho canción, ráfaga poética sacada, en algunos casos, del lunfardo.
Noche de tango, anunciaba el cartel, y así fue. Felicidades a ambos por la entrega.